De la mano de las reaperturas y la creciente circulación, la actividad productiva continúa su recuperación. En septiembre, la producción industrial creció –según el INDEC– un 3,4% interanual y un 4,3% intermensual.

El Centro de Estudios para la Producción, del Ministerio de Desarrollo Productivo, realizó un informe en el cual destacó que la actividad de la construcción pasó de caer el 17% interanual al 3,9%. En buena medida, “por el boom de las refacciones hogareñas, pero también por la puesta en marcha de la obra privada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (que hasta entonces había estado restringida)”.

Según el informe, la mayoría de los sectores presentó repuntes en septiembre respecto de agosto, “lo que hizo que el porcentaje de empresas con facturación nula o mínima fuera del 11,5%”. En febrero –es decir, antes de la crisis sanitaria-, este porcentaje era 6,4%. Esto indica que si bien no se recuperó totalmente, continúa en ese sendero.

El informe aclaró que “esta recuperación es profundamente heterogénea, con ramas que continúan con una actividad muy limitada, como hotelería, y otras como industria y comercio, cuyo porcentaje de empresas sin facturación es cada vez más parecido al de los primeros meses del año”.

Crece la actividad, pero con menos personal

La Fundación Observatorio Pyme (FOP) analizó la actual situación del segmento de las empresas que ocupan hasta 800 personas -segmento que representa el 99% del total de firmas del país-. El informe constató que “solo el 50% de las empresas están totalmente operativas y un 4% aún se encuentra sin operar, con otro 46% que reúne a las firmas parcialmente operativas”.

De esta forma, el 96% de las empresas con 800 empleados o menos están total o parcialmente activas. Sin embargo, apenas “el 30% tiene activo a todo su personal”. Esto indicaría, entonces, que hay un 20% de empresas que se encuentran totalmente activas, pero con menos personal trabajando. “Aproximadamente, 2 millones de trabajadores, aún continuando la relación laboral, no están participando de las normales actividades que desempeñaban en las empresas antes de la irrupción del Covid-19”, apuntó el documento.

En síntesis, “aunque las empresas están retornando paulatinamente a la actividad y aunque en algunos sectores la reactivación productiva es muy fuerte, todavía queda mucho camino por recorrer para terminar de poner en pleno funcionamiento el aparato productivo de este segmento empresarial”.

Según el FOP, es muy clara la correlación entre tamaño de la firma, estado de operatividad y la tasa de actividad del personal. Entre las empresas más grandes del segmento, “el 63% de se encuentra totalmente operativa, aunque solo un 24% de las mismas informa que tiene a todo su personal totalmente activo”. Es decir, un 39% de las firmas de esta dimensión están operando sin limitaciones, pero ocupando en el proceso productivo una proporción de personal inferior al registrado en la situación de prepandemia.

En el otro extremo, entre las microempresas, “solo el 40% de ellas se encuentra totalmente operativo y con todo su personal completamente activo”. No se observa aquí el descalce registrado entre las empresas más grandes del segmento. La situación productiva es diferente. No hay descalce, pero hay freno productivo. “Las razones deberán ser indagadas más en profundidad”, completó el informe.