Como estudiantes conscientes de nuestra capacidad de cambiar la realidad y de nuestra determinación a cambiarla y conociendo la situación que hoy estamos atravesando nos parece imprescindible pronunciarnos en contra del despido injusto, arbitrario y sin justificación de, por lo menos, 11 de nuestres docentes.

El viernes amanecimos con la triste noticia de que diez de nuestres educadores, personas que día a día trabajan arduamente para hacer del aula un espacio de aprendizaje, cuestionamiento y crítica sana, habían sido despedides por motivos que no son por cómo enseñan.

Entonces, preguntamos a esa Dirección que cobardemente se esconde en sus oficinas: ¿Por qué despiden docentes que educan correctamente? Sabemos que presupuesto hay y, por esto, identificamos que el motivo es la persecución de las personas que le dan el valor a la Institución ya que se organizan por sus derechos y los de sus estudiantes.

Once personas, que no son sólo un número ni un sueldo, son personas que tienen por detrás una familia, un alquiler que pagar, un proyecto de vida, horarios que acomodar, bocas que alimentar, cuentas que saldar y una vida por vivir. Laburantes, que en su mayoría son mujeres, muchas de las cuales son sostén de familia y éste era su principal o único ingreso.

Sostenemos esta bandera de lucha por nuestres docentes, quienes sin dudas, son un ejemplo de lucha constante para nosotres. Apoyamos y nos llenamos de orgullo por su organización durante todo el año, manifestando sus voces y reclamando mejores condiciones laborales. Entendemos a esta serie de despidos no como una mera casualidad sino como el resultado de una persecución ideológica contra todes les que se organicen por sus derechos, causante de la promoción del miedo y la zozobra dentro de la Institución; sentimientos que la Dirección no hace más que revivir, aquellos de las épocas más nefastas y que causaron los desaparecidos por los cuales hoy hay  una baldosa en la puerta de la Institución para el recuerdo, recuerdo que hoy ORT está manchando con sus acciones represivas cuyo espíritu remite a las ejercidas por la última dictadura cívico-militar. Y sabemos bien que si ellos hoy vivieran, estarían hoy acá, bancando a les docentes.

Repudiamos el accionar hipócrita y descarado por parte de las autoridades de la Institución, quienes días atrás leyeron un discurso en el acto de egreso de este año. Se proclamaron como una escuela pluralista e inclusiva orgullosa de los valores que imparte, haciendo una campaña de marketing empresarial nunca antes vista. Y no conformes aún con el teatro montado, expresaron su respeto y apoyo al cuerpo docente y tuvieron la indecencia de promover su participación y felicitarlos por su constante trabajo.

Entendemos que esas son palabras sin ningún valor, son una de las tantas estrategias de esta Institución para mostrar una realidad distorsionada de lo que se vive puertas adentro. A su vez también entendemos que ahora somos un colectivo organizado, una red educativa integrada por estudiantes, docentes, familias y trabajadores de la Institución,  quienes repudiamos estas actitudes y no vamos a dejar pasar estas situaciones. No vamos a permitir que esta Institución deje a por lo menos once personas en la calle y al mismo tiempo se jacte de “educarnos para la vida”. Y a esa Dirección le decimos: no nos educan ustedes, nos educa la gente a la que están dejando en la calle.

Y como dijo una de nuestras docentes despedidas, “Molesta la conciencia, molesta la organización, molesta que se escuche nuestra voz”, pero acá estamos para transformarlo todo. Le decimos a les docentes despedides que sus lápices seguirán escribiendo en nosotres por siempre y levantamos nuestra voz para decir: nunca más un docente en la calle, no a los despidos en ORT, REINCORPORACIÓN INMEDIATA.