Tras la histórica media sanción que se logró el 14 de junio en una coreografía entre la calle repleta, como nunca en la historia de la democracia, y la interna palaciega consiguiendo voto a voto, una pregunta se repite en los pasillos del Congreso entre quienes estás detrás de los “porotos” y conteos de los votos: ¿Quiénes serán las sororas del Senado? Aunque no tienen ese nombre en el grupo de WhatsApp que, por ahora, se llama “Aborto en Senado”; las senadoras de distintos bloques, procedencias políticas y diversas provincias están organizadas para que el 8 de agosto el aborto se convierta en ley.

LATFEM y Tiempo las reunió, en exclusiva, en el Salón de las Provincias para hablar sobre la relevancia de la legislación que se está discutiendo. Juntas posaron para la foto con el pañuelo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Norma Durango es de La Pampa e integra el Partido Justicialista de esa provincia. Sigrid Elisabeth Kunath representa a la provincia de Entre Ríos e integra el Bloque Justicialista. María Inés Pilatti Vergara es de Chaco y es senadora por el Frente para La Victoria – PJ. María de los Ángeles Sacnun es senadora por la provincia de Santa Fe y también es una de las nueve integrantes del Bloque del Frente para La Victoria – Pj. Al igual que Ana María Ianni, que viene de Santa Cruz y que Nancy González, senadora de Chubut. Pamela Fernanda Verasay es senadora por la provincia Mendoza y militante de la Unión Cívica Radical.

Desde el 10 de julio todos los martes y los miércoles tienen una cita obligatoria en el pulcro Salón Illia del Senado: sentarse a escuchar las exposiciones a favor y en contra de la media sanción del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en las extensas jornadas que se llevan adelante los martes por la tarde y los miércoles desde la mañana. Son las que también hacen las preguntas y toman la voz.

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(Foto: Soledad Vázquez)

-¿Cómo se articularon para trabajar juntas a favor de la ley?

Norma Durango: Este es un debate transversal que las que estamos de acuerdo con el proyecto que vino en revisión de la Cámara de Diputados estamos trabajando para que salga de esa manera y no se dilate más.

Nancy González: Tenemos nuestro grupo de WhatsApp, nos hemos reunido varias veces y estamos todas convencidas de que este proyecto tiene que salir y en base a eso es la comunicación que tenemos y la presencia que tenemos en los debates. Además del acompañamiento de aquellas compañeras que todavía no han decidido, más allá de que decidan por el sí o por el no, es acompañarlas, explicarles, estar. Esa es la tarea que tenemos.

Sigrid Kunath: Acá siempre en el Senado hemos tenido un buen clima de trabajo. Hemos trabajado en este tema con personas de otros partidos y otros espacios políticos tratando de preservar el clima que se da en el Senado. Hay un cambio en el clima del debate de lo que ha sido Diputados, el proceso que se dio desde que este tema ha salido en superficie. Da la impresión de que, ante la inminencia del tratamiento en el recinto y la fecha que se ha puesto para firmar el dictamen, la intensidad ha ido en aumento. Es una preocupación de sostener un buen clima de trabajo y respeto profundo por las diferencias. Nosotras creemos que esta ley debe avanzar y debe avanzar ahora. En caso de que haya reformas esto generaría mayor tiempo de debate. En ese sentido, nuestro objetivo es trabajar esta ley y por preservar algo del trabajo en el Senado.

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(Foto: Soledad Vázquez)

Entonces, como fue en Diputados, ¿la construcción se está haciendo de manera transversal?

María de los Ángeles Sacnun: La transversalidad es muy importante y es un punto de inflexión en el Senado de la Nación el dinamismo y el trabajo que se pudo trabajar a través de esta ley. El diálogo con todos los sectores políticos que tienen representación en el Senado. En este sentido las mujeres hemos dado un ejemplo con respecto al trabajo transversal que estamos dando y este diálogo debe darse en torno a otras políticas públicas que deben atravesar a los y las dirigentes políticos en la República Argentina en un momento difícil por el cual está atravesando el país.

Pamela Verasay: Más allá de la convivencia puntual en el trabajo en comisión o compartir algún proyecto, ni siquiera en los temas de Banca de la Mujer -que debería ser un ámbito de confort para nosotras, de consenso- este es el primer proyecto que yo comparto íntimamente con cada una de las compañeras buscando los consensos para ver si lo podemos convertir en ley.

Norma Durango: La mayoría de las que estamos trabajando juntas tenemos una historia en la defensa de los derechos de las mujeres. Cada una en nuestras provincias hemos trabajado arduamente por este y por los otros derechos de las mujeres. En algunos casos acompañamos al Foro por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Esto es un corolario de un trabajo que nosotras no empezamos a partir de que el proyecto vino en revisión. Nos da la posibilidad de saldar una deuda histórica que tenemos con las mujeres de las generaciones más jóvenes y de las futuras.

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(Foto: Soledad Vázquez)

-El debate de fondo parece ser cuál es el rol que tiene que tener el Estado para los derechos de las mujeres, la respuesta estatal a demandas sociales.

-Pamela Verasay: El debate que se ha dado y esto es claro -independientemente del resultado que esperamos que sea el que estamos buscando- ha visibilizado la muerte de las mujeres por una falla. Lo han dicho las dos posiciones: hay una falla, una debilidad del Estado, que hace que hoy estemos discutiendo el rol del Estado frente a la decisión de la mujer de interrumpir su embarazo. Justamente nosotras no estamos entrando en la conciencia de la mujer, estamos hablando de qué rol tomamos como servidores públicos cuando la mujer golpea las puertas del Estado. Ese es el debate de fondo pero está tan cruzado por sentimientos personales y perdemos de vista la función pública, en definitiva.

María de los Ángeles Sacnun: No se trata de un Estado que responda con el Código Penal en la mano. Eso quedó claro y es algo que atraviesa a las dos posiciones. En general, salvo algunas excepciones en los expositores, hay una coincidencia básica que la respuesta no es desde el Código Penal: frente a esto el Estado tiene que tomar una decisión. No es solo despenalizar. Tenemos que resolver qué hacemos con aquellas mujeres que resuelven íntimamente interrumpir su embarazo. El Estado responde, las asiste, las acompaña, les otorga garantías desde el punto de vista de la salud pública. En este sentido es una demanda de justicia social.

-Norma Durango: Una ley que no obliga a abortar a nadie.

Pamela Verasay: ¡Eso es lo más importante!

Norma Durango: Es una ley que da la posibilidad a las mujeres de decidir sobre sus propios cuerpos.

Sigrid Kunath: Se trata de una respuesta desde el Estado. A mí me parece indispensable plantearlo desde lo colectivo. Es un tema de salud pública y de eso no cabe duda pero también tenemos que hablar de nuestro rol como senadoras de la nación dando una respuesta a un reclamo que tiene su historia y tiene años. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tiene 13 años. Yo no formo parte de la Campaña pero he tomado una decisión que es acompañar esta media sanción. Entendiendo que es un momento que una en lo personal se puede encontrar con contradicciones por el bagaje personal e íntimo de cada una. Pero lo que se espera de mí en este momento es que tome una decisión por lo colectivo. Frente a eso nosotras tenemos una responsabilidad y un acompañamiento. Por eso debemos estar acompañando.

María Inés Pilatti Vergara: Lo que yo quiero dejar en claro es que el rol de los y las legisladores no es venir a inventar nada. Es venir a ordenar algo que ya existe. Tratar de que el Estado intervenga con una visión de justicia hacia todas las mujeres que deciden abortar. Sería muy hipócrita y muy poético creer que estas cosas no existen pero todos y todas sabemos -y sobre todo quienes venimos de provincias y de pueblos chicos-que el aborto se practica y que hay una situación de desigualdad terrible que conlleva a la salud y la vida de las mujeres. Afecta la posibilidad de procrear en el futuro cuando así lo deseen, por ejemplo. Porque aquellas que tienen recursos para recurrir a un sanatorio con anestesista, médico, cardiólogo, lo hacen en silencio y sin ningún inconveniente, con mínimos riesgos. En muchísimos casos inclusive cubiertas por la prepaga porque los médicos y las médicas lo hacen pasar por otro diagnóstico. Sin embargo quienes no tienen recursos económicos, que no son las mujeres pobres nada más, sino quienes no tienen la posibilidad de acceder a la información, hablar con su madre, con su padre. Muchas mujeres jóvenes terminan practicaándose el aborto donde las lleva el noviecito o la pareja de ocasión y no es un lugar con todas las garantías de salubridad e higiene. Si sabemos que existe, que es una realidad, que se nos mueren mujeres, que muchas quedan inválidas en su situación de procrear para el futuro por estas malas praxis; no podemos hacernos los ciegos y las ciegas. Yo respeto muchísimo las posiciones que están imbuidas de dogmas religiosos pero el Estado es laico y nosotras tenemos que legislar para todas las mujeres.

-Ana María Ianni: Queremos que sea ley porque no nos sacamos la responsabilidad como Estado. Para cualquier mujer, tomar la decisión sobre una práctica abortiva tiene que ser la última decisión, antes tenemos que llegar nosotros como Estado en campañas de educación y prevención y que se cumplan las leyes que tenemos en nuestro país que son modelo para otros países hermanos. Lo previo para nosotras es tan importante como la posibilidad que una mujer pueda decidir en libertad sobre su propio cuerpo. Esto nos trae una responsabilidad como Estado. A muchos que les preocupan los números quedó demostrado que es una cuestión de salud pública; no es una cuestión presupuestaria. Entonces tenemos que dejar de ser hipócritas. 

Nancy González: Que quede claro que nosotras apoyando este proyecto no somos senadoras que vamos a salir a promover los abortos. Estamos tratando de darle la oportunidad a todas. Hoy los abortos existen, son clandestinos en su mayoría y mueren muchas mujeres. No somos Pro Aborto. Estamos a favor de la vida por una cuestión de salud.

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(Foto: Soledad Vázquez)

María de los Ángeles Sacnun: Es un hecho incontrastable que existe el aborto y que atraviesa a todas las clases sociales. No es patrimonio de una sola clase social. Sí tenemos que plantear que las que mueren víctimas de abortos inseguros y clandestinos son las pobres. Y por eso insistimos tanto en que se trata de una cuestión de justicia social. Frente a este hecho incontrastable hay que dar la respuesta de un Estado presente.

Norma Durango: El debate es aborto legal o aborto clandestino.

Pamela Verasay: Otro de los consensos que gratamente hemos encontrado es que esta ley tiene anclaje en dos leyes previas: Educación Sexual Integral y Salud Reproductiva. Entonces primero demostramos la falla y la ausencia. Varios y varias deberíamos ponernos colorados y coloradas porque no hemos podido responder esta problemática de salud. Independientemente de lo que piensen las mujeres o quién está legislando nosotras estamos viendo un problema y dos leyes que no alcanzaron. No alcanzaron por distintos temas, incluida la burocracia institucional, por determinados pensamientos no lograron adherir en distintas provincias a la ley de Educación Sexual Integral. Se han repensando de nuevo estas dos leyes y se trajeron propuestas por el sistema de adopción. Entonces son un montón de aristas. La discusión Pro Vida o Pro Aborto no nos lleva a ningún lado cuando estamos todos y todas discutiendo la vida humana.

Todas las fotos son Soledad Vázquez, de Latfem.