“La ley del arrepentido es un instrumento de tortura”, aseguró Mariano Silvestroni, el abogado defensor del ex funcionario del Ministerio de Planificación Rafael Llorens, uno de los detenidos en la causa de los cuadernos.

En la causa, que ya tiene más de 15 imputados colaboradores, “se está aplicando la ley del arrepentido como un elemento de coacción”, señaló el abogado.

«Todos sabemos que las personas están detenidas al solo efecto de obligarlas a confesar. Es una vuelta a la época medieval. Se pretenden extraer confesiones a partir de castigos físicos, que en este caso son las detenciones o los traslados a las 2 de la mañana para hacer una notificación», explicó Silvestroni en diálogo con Radio 10 y radio La Red.

El abogado contó que Llorens fue “sacado de la cárcel a las dos de la mañana y devuelto a las cinco de la mañana del día siguiente para ser notificado de una resolución que podía ser notificada en el penal”, y señaló que “en el interín fue abordado por el fiscal, sin la presencia de la defensa, y le pidió que declarase como arrepentido”, lo cual consideró como un “método de ablande” usado por parte de la Justicia.

“Es un instrumento de tortura. Decirle a una persona ‘yo lo meto preso y hasta que no confiese, no sale’, es torturarla”, consideró el abogado y lo consideró inconstitucional ya que “la Constitución  dice que no se puede obligar a una persona a declarar en su contra”.

“En esta causa, ¿quién tiene más posibilidades de entorpecer la investigación: el primo del Presidente Ángelo Calcaterra, que se fue a su casa, o ex funcionarios que hace dos años y medio que no están en el Gobierno? Y ¿por qué motivo el primo del Presidente no pisó un calabozo ni por un minuto, y los otros están presos? Porque uno aceptó sumarse al libreto, y los otros no”.