El salto del dólar de este viernes 29, del 3,5% hasta $29,66 en la venta al público, tuvo un condimento único. Vencían unos 2000 millones de dólares en contratos futuros vendidos por el Banco Central en mayo, cuando lo dirigía Federico Sturzenegger, y en los que la cotización a esta fecha estaba pautada en entre $24 y $25.

Es decir, el BCRA se hizo cargo de pagarle hoy a cada inversor que compró esos contratos en mayo entre $4 y $5 por dólar ya que el cierre de la cotización del billete verde en el nivel mayorista fue de $29.

Así, el quebranto ocasionado por esta operación –legal pero ruinosa- alcanzaría a unos $10.000 millones.

Consultado al respecto, una fuente del Banco Central le dijo a Tiempo que «el vencimiento de hoy era muy bajo, de menos de U$S 200 millones, porque desde hace una semana el BCRA viene haciendo roll over de los contratos con vencimiento junio». Es decir, el Central habría desactivado el grueso de los vencimientos por medio de renovaciones de los contratos, los que vencerán más adelante.

Esta sería una de las razones por las que la cotización del dólar creció a lo largo de la jornada, a pesar de los intentos de las autoridades del Banco Central, ahora dirigido por Luis Caputo, por impedirlo.

El BCRA vendió este viernes 450 millones de dólares, el triple del jueves y más del cuádruple desde que empezó con las ventas de 100 millones de dólares a las 13. Esos dólares forman parte de los 7500 millones entregados por el FMI para paliar el déficit fiscal.

El gobierno anunció que vendería ese paquete a lo largo de 75 días, a razón de U$S 100 diarios. Creyó que, por esta vía, domaría el mercado cambiario y calmaría las expectativas devaluacionistas que priman en el mercado y son tendencia desde diciembre de 2017.

Pero a pesar de los anuncios de la última semana –préstamo del FMI por 50 mil millones de dólares y recalificación de Argentina como “mercado emergente”- la fuga de divisas se mantiene.

Respecto de los futuros, se trata de operaciones financieras por las cuales alguien, en este caso el Banco Central, vende dólares a un plazo determinado y a un precio pactado. Si cuando vence el plazo, el valor del dólar es menor, el BCRA se embolsa la diferencia. Y paga si el valor de la divisa es mayor.

Este fue el caso de este viernes.