La diputada oficialista Elisa Carrió quedó más complicada en la investigación por presunta asociación ilícita que tramita en el juzgado federal de Dolores por las actividades ilegales del falso abogado Marcelo D’Alessio. El responsable de esa complicación es nada menos que el exespía Antonio «Jaime» Stiuso, quien el viernes a última hora fue aceptado como querellante en el expediente. Stiuso, acompañado por sus abogados, Santiago Blanco Bermúdez y Julián Subías, había pedido ser considerado un posible damnificado de la organización cuya cabeza saliente es D’Alessio, y cuando declaró ante el juez federal Alejo Ramos Padilla aportó información que fue considerada valiosa para ampliar la comprensión de la maniobra bajo investigación.

«En lo que respecta a la solicitud de Antonio Horacio Stiuso de ser tenido como parte querellante en la presente, y en atención a los motivos expuestos en su presentación, como así también en el marco de la declaración testimonial prestada ante esta sede el pasado 14 de agosto, que entiendo resultan suficientes para justificar su petición, téngaselo por constituido como parte querellante», resolvió el juez.

¿Cuáles son los «motivos expuestos» por Stiuso? En su declaración describió una serie de episodios concatenados que confluían en que Carrió, para defender al extitular de la Aduana y hoy candidato presidencial, Juan José Gómez Centurión, acusaba al propio Stiuso de vinculaciones con organizaciones criminales que se dedicaban al contrabando. Según la interpretación del exagente de inteligencia, quien proveía de datos a Carrió era D’Alessio. «De corroborarse los hechos aquí mencionados, no puede descartarse que mucha de la información que fuera utilizada por la diputada Carrió en presentaciones judiciales y/o mediáticas pudo haber sido obtenida por vía de adquisición ilegal de información en la que habría intervenido el aquí imputado D’Alessio».

Esa hipótesis de Stiuso fue receptada por el juez Ramos Padilla. Por eso lo aceptó como querellante. Un simple silogismo permite comprender por qué Carrió quedó más complicada.

Las supuestas actividades ilegales de inteligencia que desarrollaba D’Alessio también fueron confirmadas por el periodista Eduardo Feinmann, quien recordó ante el juez que el falso abogado le había informado que su teléfono celular había sido «pinchado» por la AFI, de acuerdo con una supuesta orden que le habría dado el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al titular de la agencia de inteligencia, Gustavo Arribas.

«Una vez, el señor D’Alessio me dijo que a mí que la AFI me estaba investigando, que me habían pinchado los teléfonos para saber con quién hablaba, cómo hablaba, qué hacía. Que desde… me había dicho que Marcos Peña había dado la orden al señor Arribas de investigarme o al menos saber de qué yo hablaba por teléfono. Entonces me dijo ‘yo te lo voy a  solucionar'», resumió Feinmann al declarar como testigo ante Ramos Padilla.

El juez le preguntó a Feinmann por Pablo Erasmo y Ricardo Fabián Barreiro. El primero es un exsecretario privado de Cristina Fernández de Kirchner; el segundo fue identificado en los medios como «el jardinero K», procesado por el juez Claudio Bonadio y detenido en la causa por las fotocopias de los cuadernos hasta que la Cámara Federal le dictó «falta de mérito» y ordenó su libertad. Ambos aparecen como víctimas de la organización que parece haber liderado D’Alessio. Barreiro hijo era presionado para pagar una suma de dinero y declarar como arrepentido ante el fiscal Carlos Stornelli. Se resistió al apriete y el 5 de octubre de 2018 recibió otro mensaje intimidatorio por su negativa. «Más tarde, tipo las 20, comenzamos a ver en la tele, en el programa de Feinmann que pasa por el canal América 24, noticias y publicaciones que decían ‘inminente detención del exsecretario de CFK’ y cosas así, también estaba Eduardo Feinmann en ese programa hablando sobre estas cosas y decía cosas como ‘Pablito Barreiro será detenido en las próximas horas’, ‘el secretario preferido de Cristina’ y cosas por el estilo».

El fiscal Juan Pablo Curi le preguntó a Feinmann por esa situación: «No sé. Perdón. Ese Barreiro… porque a veces me los confundo. ¿Ese Barreiro no era uno de los secretarios privado de la expresidente? Ok. No lo conozco personalmente, pero sé qué eran…». El fiscal insistió si recordaba «alguna referencia concreta que le haya realizado D’Alessio sobre el mismo, a lo que el periodista contestó: «No». «