Las mujeres jóvenes conforman el segmento de la población más golpeado por la desocupación. Las cifras actuales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) confirman una tendencia histórica que cuesta mucho modificar, pese a los avances logrados por la igualdad de género en los últimos años. 

«La mujer está sobre-representada negativamente en todos los indicadores económicos, desde la actividad hasta la informalidad. Y la brecha crece con la presencia de menores en el hogar», explica a Tiempo Violeta Guitart, economista e integrante de Economía Feminita, un colectivo que analiza la economía con perspectiva de género. 

El INDEC informó una semana atrás que el desempleo se ubica en el 8,3% del total de la población económicamente activa (la que trabaja o busca trabajo). Dentro de este marco, las mujeres desocupadas son más que los hombres: un 9,5% contra un 7,3 por ciento. 

La diferencia entre la desocupación femenina y la masculina llega a su extremo cuando se pone la lupa en el segmento joven de la población. El porcentaje de mujeres de entre 14 y 29 años que busca trabajo llega a un preocupante 19,5%, es decir un 135% más que el desempleo general. Para los varones de la misma franja etaria, la cifra es también alta, aunque menor: 15,5%. De estos números, se desprende que el desempleo castiga con mayor dureza a dos sectores: la juventud en general y la mujer en particular. En el Conurbano bonaerense, todas estas diferencias se acentúan aun más.

«Un factor que puede influir en estos días se advierte al ver cuáles son los sectores de la economía que están generando empleo. Este gobierno ha fomentado la actividad minera, la construcción y el agro –a través de la quita de retenciones–, que son sectores históricamente masculinizados. Por otra parte, la educación y la salud, que son sectores con mayor presencia femenina, han estado en franco retroceso. Lo mismo ocurre con el empleo público. Más del 50% de los empleados públicos son mujeres y es un sector muy golpeado en estos dos años», analiza Guitart. 

Esta diferencia está lejos de ser nueva. En 2015 se observaba la misma tendencia. Para el tercer trimestre de 2016, los números de desempleo comenzaron a bajar, luego de la enorme ola de despidos impulsada por el gobierno de Cambiemos, que había elevado el porcentaje de desocupación casi hasta las dos cifras. Pero la relación de género era la misma (ver infografía). «En los últimos 20 años, la ecuación no ha cambiado casi nada», asegura Guitart. 

Entre los factores históricos, la especialista menciona la discriminación. «A la mujer se la sigue asociando con el trabajo doméstico no remunerado y le es más difícil encontrar empleo formal. Dentro de las mujeres, también hay una brecha entre las que tienen hijos y las que no, siendo las primeras las más perjudicadas», indica. En ese sentido, y con mayor foco en la problemática juvenil, la economista apunta al embarazo adolescente. «El 15% de los nacimientos son de madres menores a 20 años. El 60% abandona los estudios y para otras es muy difícil reinsertarse. En el mercado laboral, son años que se pierden y que después son muy difíciles de recuperar». Además, «hay una cuestión de clase; el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva asegura que siete de cada diez madres jóvenes pertenecen a hogares de bajos ingresos». 

Otro eslabón de la cadena son los estigmatizados «ni ni» (ni estudian, ni trabajan). La Encuesta Nacional de Juventud del INDEC (2014) advirtió que el 70% de los «ni ni» realizaban trabajo doméstico no remunerado. De estos, el 95% son mujeres. Una cifra brutal. 

«Se pagan salarios menores, es más complicado conseguir empleo y ni hablar si sos madre soltera. El sistema termina por reproducir que la mujer quede por fuera del mercado laboral», finaliza Guitart. «

Respuestas que no dan soluciones

La problemática del empleo joven ha sido reconocida por el gobierno. Sin embargo, no ha logrado dar con soluciones efectivas.

 »Es la feria de empleo joven más grande del mundo. Además, tenemos un equipo que asesora a los chicos para que sepan de qué manera enfrentar una entrevista laboral y cómo armar un CV», dijo un exultante Diego Santilli en la inauguración de la Expo Empleo Joven. Si bien muchos jóvenes pasaron por la feria, muy pocos se fueron conformes.

 Otro intento fallido fue el programa Secundaria del Futuro, a aplicarse desde 2018. La propuesta se basaba en que los estudiantes del último año del secundario realicen tareas de «emprendedurismo» en distintas empresas, lo cual fue denunciado por padres, docentes y alumnos como un intento de precarización.

 Finalmente, está aún en la cocina –un tanto freezado- un proyecto que plantea la quita de cargas patronales a las empresas que contraten pibes de entre 18 y 24 años, el llamado programa de Primer Empleo.