El gobierno de Cambiemos entró en un nuevo conflicto con el fútbol argentino en su objetivo recaudatorio a través del juego de apuestas deportivas online, otra escala dentro de los negocios que se propuso desde diciembre de 2015, como la reprivatización de la televisación y la creación de la Superliga. En diciembre del año pasado, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires legalizaron las apuestas deportivas online en sus territorios. Un mes después, en el DNU 92/2019 que terminó con la Secretaría de Deportes y creó la Agencia de Deporte Nacional (ADN), el gobierno habilitó a la ADN a ser organizadora de «concursos» en todo el país. El fútbol, a través de la Superliga y la AFA, ya puso a trabajar a sus abogados: reclaman que, como en el concurso de Pronósticos Deportivos (PRODE), también eliminado por Mauricio Macri a través de un decreto que liquidó Lotería Nacional, los clubes reciban una porción de la torta de dinero por prestar sus nombres en las apuestas. En la primera línea de interesados en explotar el juego online se encuentran empresarios cercanos al presidente de la Nación: Daniel Angelici, presidente de Boca, y Gianfranco Macri, su hermano, asociados ambos a Daniel Mautone, el hombre fuerte de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos.

«La Ciudad y la Provincia tomaron una decisión que excluye del reparto a nuestras marcas, y no podemos estar ajenos. No fuimos consultados ni invitados, y en teoría no vamos a ser remunerados. Ya nos pondremos de acuerdo, porque si no, van a tener que poner en la apuesta ‘Equipo 1’ contra ‘Equipo 2’, o ‘Equipo azul y amarillo’ contra ‘Equipo rojo y blanco'», dice un integrante de la Superliga, que nuclea a los clubes de Primera División, muy cercano a las partes en conflicto de intereses. «Vamos a hacer una presentación con quien corresponda –adelanta, por otro lado, Nicolás Russo, presidente de Lanús y miembro del Comité Ejecutivo de la AFA–. No descartamos tomar alguna medida de fuerza. No es serio ni justo utilizar los partidos de fútbol para apostar y que los clubes no cobremos un peso. Nadie nos consultó nada. Es típico de este gobierno. Prueba y error. Tiran una bomba sin hablar con nadie. Hay que sentarse a hablar». La implementación del negocio vía Internet, una plataforma inexplorada que Julio Grondona denominaba «Prode Bancado» y que ponía como supuesta salvación de las economías de los clubes, había circulado entre los dirigentes como promesa antes de la creación de la Superliga. Angelici la había echado a correr. Los ingresos a la AFA por el PRODE eran casi insignificantes en el balance económico.

En sintonía con Ciudad y Provincia, en el artículo 11 del «Proyecto de Nueva Ley del Deporte VF 01.03.2019» que circula en la Cámara de Diputados se considera como uno de los «recursos operativos» de la Agencia de Deporte Nacional, cuyo director es Diógenes de Urquiza Anchorena, «el producido total o parcial de la organización de concursos». Lo contó el periodista Ernesto Rodríguez III en www.ephectosport.com.ar. ¿Qué harán las federaciones y confederaciones de otros deportes si la ADN utiliza partidos de sus ligas en los «concursos»? Si hay de básquet, ¿habrá demanda de la Asociación de Clubes de Básquetbol o de la Confederación Argentina? En la AFA esperaban desde la eliminación del PRODE señales de la Casa Rosada. Nunca llegaron. En febrero de 2018, Fabián Rodríguez Simón, operador judicial de Cambiemos, igual que Angelici, le respondía a Tiempo: «Ni la AFA ni la Superliga tienen competencia ni participación en apuestas deportivas online. Tampoco el gobierno nacional, ya que el juego es una competencia no delegada por las provincias. Para legalizarlas tendrían que hacerlo las provincias». Ciudad (Horacio Rodríguez Larreta) y Provincia de Buenos Aires (María Eugenia Vidal), entonces, lo legalizaron, ya que cada distrito legisla su juego.

Los pliegos de licitación para las empresas interesadas en la explotación del juego online, según el gobierno de Vidal, iban a subirse a mediados de febrero a la página web de la Lotería de la Provincia, que preside Matías Lanusse. El límite de licencias a otorgar son siete. «La comunicación con el Instituto sigue, pero el hermetismo sigue siendo más cerrado: sobre el juego virtual no se habla nada», dijo a El Diario del Juego Marcelo Iglesias, presidente de la Cámara de Agentes Oficiales de Lotería de Buenos Aires. Angelici controla tres sociedades: Bingo Ramallo SA, World Games SA –que maneja un bingo en Pergamino– y Desarrollos Maipú SA, con un casino en Mendoza. Gianfranco Macri, coinciden las fuentes, tiene participación en una empresa de apuestas en el fútbol de Colombia junto a Daniel Mautone, también binguero, viejo socio de Angelici en empresas. Angelici comenzó en 1983 con el 0,5% de un bingo en San Bernardo y terminó como titular de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos, cargo que dejó oficialmente antes de ser tesorero de Boca. «Se podrán presentar empresas de todo el mundo, aunque habrá mayores avales para las que tengan capitales nacionales», detalló el periodista Ramón Indart, uno de los autores del libro El poder del juego.

La Superliga nació con el espejo de la LaLiga de España. Javier Tebas, su presidente, es un asesor externo del gobierno de Macri. Pero LaLiga tiene como casa de apuestas oficial a Sportium, que paga 5 millones de euros anuales, un dinero que se reparte entre los clubes, los que a su vez sostienen acuerdos de patrocinio con otras casas de apuestas. La ludopatía, un trastorno psicológico reconocido por la Organización Mundial de la Salud, afecta a casi el 2% de la población de España: 300 mil enfermos, la mayoría jóvenes. El juego online, en total, movió 17.340 millones de euros en 2018, un 30% más que el año anterior. Otro correlato de las apuestas es el arreglo de partidos en el mercado ilegal. En 2017 explotó el último escándalo en España, después de que Barcelona B le ganara 12-0 a Eldense en Segunda B, la tercera categoría. Salió a la luz por la denuncia de Cheikh Saad, futbolista de Eldense. «En el fútbol recomiendan el silencio, pero yo quería que se supiera la verdad –dijo Cheikh Saad–. Los jugadores involucrados en el amaño no pueden andar con la frente alta en la calle, y yo no quería callar. Las apuestas son siempre un enorme problema. Significan la tentación de conseguir dinero fácil». En Argentina, ese dinero fácil tiene un único beneficiario. Los clubes quieren su tajada.