Los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se desarrollarán a partir de octubre en la Ciudad de Buenos Aires, son un gran negocio. El presupuesto original que planeó el gobierno porteño creció casi un 800%, e incluye sobreprecios millonarios. El viernes pasado, anunciaron el gasto de unos 157 millones de pesos sólo en servicios de vehículos con choferes y la promoción de la marca “Buenos Aires 2018”. 

Según publicó en noviembre pasado el periodista Ernesto Rodríguez, en su portal olimpicosargentinos.com.ar, el presupuesto original para los Juegos fue de 1040 millones, y ya a esa altura superaba los 9 mil millones: “El aumento porcentual más grande de la historia olímpica”. Plantea “la mutación que fueron sufriendo las sedes a partir de un aprovechamiento económico más que de un programa de eficiencia deportiva” y “cómo el Estado porteño no sólo calculó de manera errónea los costos de la Villa Olímpica sino que los departamentos (inicialmente planeados como viviendas sociales) serán derivados a entidades privadas para que logren beneficios financieros”.

Pero no es todo. Algunas licitaciones para los JJOO llaman la atención. El viernes pasado, el Boletín Oficial, dio otra muestra del caso. La Unidad de Proyectos Especiales Juegos Olímpicos (UPEJOL), en conjunto con la Secretaría de Transporte porteña, de la Ciudad de Buenos Aires (SECTRANS), destinará $ 75,5 millones para la contratación de un servicio de vehículos con chofer con el fin de  “garantizar el traslado de los usuarios acreditados hacia las sedes de competencia y entrenamientos, sedes de control anti doping, sedes de ceremonias de apertura y clausura y zona de hoteles a lo largo de la duración del eventos”. Otros $ 81,3 millones irán para un «Servicio integral de relevamiento, producción, instalación, mantenimiento y posterior remoción de elementos de Look of the Games para los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018″, en vistas a reflejar “directa o indirectamente la apariencia, el aspecto y la identidad grafica de la marca ‘Buenos Aires 2018’». 

En el mismo Boletín se menciona a la firma que resultó preadjudicada para llevar a cabo el “servicio integral de instalación y mantenimiento” una parte de la señalética de los Juegos, que tendrán su centro en la zona de Lugano y Soldati. Se trata de Publicidad Sarmiento, que lo hará por $ 13,1 millones. El socio director de la empresa (ganadora del mobiliario urbano porteño) es Santiago Terranova, impulsado en su momento por el gobierno para adquirir C5N. Pero, por sobre todas las cosas, se destaca el hecho de que fue aportante junto a su hermana, con casi un millón de pesos para la campaña de Cambiemos.  

Las obras no están exentas de sobreprecios. Tiempo reveló en agosto pasado, cómo 44 de las 55 licitaciones del último año del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte habían tenido sobreprecios, y en ningún caso había sido justificado siquiera por la inflación. Entre ellas, el «Parque Olímpico Pabellones A3 y A4» en Villa Soldati. El presupuesto original era de $ 160.853.907. CRIBA SA se lo llevó por $ 168.646.365. En el acta de preadjudicación asumen que la oferta «no se encuentra primera en el orden de mérito según el precio propuesto, toda vez que la de Niro Construcciones SA, la de Dal Construcciones SA-TDL SA (UT) y la de Constructora Sudamericana SA resultan más económicas». Pero a todas las otras les encontraron fallas en el informe técnico. CRIBA también las tuvo, pero fueron «subsanadas». CRIBA, que también ganó otras tres licitaciones para bloques de viviendas y el estadio de gimnasia (581 millones entre las tres), donó en 2015 al oficialismo porteño la suma de 832 mil pesos. Desde enero, el Parque Olímpico generó sobreprecios por al menos 22 millones. A eso se suman 56,9 millones extra que supuso la «puesta en valor de Infraestructuras Deportivas del Parque Roca». 

El artículo de Rodríguez agrega que otras aportantes a la campaña de Cambiemos obtuvieron sendas licitaciones para los Juegos Olímpicos. Conorvial se quedó con dos para ordenar el espacio público por un total de $ 463 millones. La más importante de ellas fue por $ 349 millones, un 19% más de lo establecido originalmente, y pese a no ser la más económica de las que se presentaron. Ricardo López Casanegra, vicepresidente de la firma, dio $ 200.000 a Cambiemos. 

Dycasa, que compartió directorio de Autopistas del Sol con SIDECO Americana, firma del Grupo Macri,  consiguió dos de los contratos por 244 viviendas sociales divididas en seis torres a cambio de $ 329.782.725. Otras tres torres con 129 departamentos fue adjudicada en junio de 2015, cuando aún Macri era jefe de gobierno porteño, a Bricons, por $ 179 millones, un 7% por encima del tope establecido. La empresa tiene como titular a Mario Ángel Raspagliesi, que aportó a la campaña del Pro un millón de pesos.