El tablero ya está dispuesto. Los lesgisladores nacionales de todas las vertientes peronistas y el oficialismo comienzan a mover sus fichas en el Congreso en torno al debate del Presupuesto 2019 que arrancó formalmente el lunes y terminará cerca de fin de año

El último movimiento de los gobernadores fue llevado a cabo por un grupo de diputados del interbloque Argentina Federal que comanda el salteño Pablo Kosiener, y tuvo que ver con el acompañamiento de un pedido del Frente para la Victoria para que se realice el próximo miércoles  una sesión especial que tiene como objetivo rechazar el decreto de necesidad y urgencia que derogó el Fondo Sojero.

El viernes ya pasado el mediodía, el que movió fue Cambiemos. Anunció que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no sólo concurriría el lunes a las 12:30 a presentar el Presupuesto, sino que también se presentará el jueves ante la Comisión para defender el contenido del proyecto.

A tan sólo 24 horas de que el cálculo de gastos e ingresos sea presentado por los funcionarios en la Cámara de Diputados nadie duda sobre su sanción. Sin embargo, el oficialismo deberá soportar la presión de los diputados y senadores, sobre todo los que responden a los oficialismos provinciales o municipales, hasta que concluya el trámite legislativo. «No es que los gobernadores o un sector de la oposición especulen por demás, simplemente es que el gobierno no puede garantizar una lectura más o menos creíble del panorama económico de acá a dos meses. Eso quiere decir que lo que se negocia hoy puede cambiar mañana. Nadie sabe a cuánto va estar el dólar en diciembre», explicó uno de los diputados que representa a la liga de gobernadores peronistas.

El bloque del Frente Renovador que responde a Sergio Massa y que conduce Graciela Camaño anticipó que el miércoles  bajará al recinto. La misma postura adoptará el PJ de San Luis. Desde Argentina Federal aseguran que la presión la ejercen los intendentes sobre los gobernadores y estiman que el gobierno tendrá que buscar alguna forma de compensar el desfalco a las cuentas provinciales y municipales en el articulado de la ley de leyes.

El trámite del decreto que eliminó el Fondo Sojero le permite a Cambiemos ganar algo de tiempo. La reglamentación del tratamiento de los DNU dice que para que el instrumento pierda vigencia debe ser rechazado por las dos Cámaras. Por eso, por más de que el miércoles la oposición avance con el rechazo quedará una semana más para negociar antes de que sea tratado en la Cámara Alta.

Claro que la negociación sobre el tratamiento del DNU está vinculada a la letra del Presupuesto. En ese sentido, si bien el peronismo está dispuesto a presionar y contener la efervescencia de los intendentes, también tiene tomada la decisión de no dejar sin Presupuesto al gobierno. La visión de que la prórroga del ejercicio 2018 le da una enorme discrecionalidad al gobierno en cuanto al manejo de recursos está extendida en todo el arco opositor. Por lo tanto, nadie por estas horas piensa seriamente en dejar sin ley a Mauricio Macri en su último año de gestión.

Una parte del peronismo federal ya confiesa en los pasillos del Palacio Legislativo que piensa en abstenerse. Al igual que un sector del Frente Renovador. Los distintos sectores de la oposición hacen cuentas. Algunos votarán el rechazo del Presupuesto, otros se ausentarán a la hora de votar, otros pedirán abstenerse. Todos ellos procurarán que su actitud en el recinto no incline la balanza al rechazo.