Desde la Casa de Tucumán, el presidente Mauricio Macri admitió el mal momento del país y para ponerlo en palabras eligirió una metáfora marítima: «Estamos pasando una tormenta fruto de muchas circunstancias, entre ellas hay temas de nuestra gestión, de mercados externos y de gobiernos anteriores», señaló y completó: «El rumbo del barco está claro, sigue siendo el mismo». 

El acto comenzó con una breve frase sobre el rol de las mujeres durante la independencia. «Mujeres valientes, heróicas, que decidieron sumarse a la revolución y hacer su aporte para cambiar la historia», destacó el mandatario y ratificó su «compormiso con la igualdad». 

«Comparto las angustias del momento pero estoy seguro que vamos a llegar al país en que todos los argentinos vamos a poder realizarnos», continuó el mandatario para volver sobre su idea anterior.

«Reparar los daños de una tormenta no puede ser la razón de ser de un gobierno, estamos acá para construitr de una vez por todas una argentina diferente», aseguró Macri, quien estuvo acompañado por la primera dama Juliana Awada; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el canciller Jorge Fourie, entre otros.

Tras el reconocimiento de la crisis y sus propios errores, el presidente aseguró tener «la firme seguridad» de estar haciendo las cosas bien y pidió el acompañamiento a la oposión, empresarios, gobernadores y sindicatos. 

«Este no es el momento de oportunismos y demagogias, de ser egoístas, superemos la tendencia de alguno de ver cómo las cosas pueden salir mal. Hay que ser optimistas, es momento de trabajar juntos, hombro con hombro, para que el país pueda salir de esa historia de crisis recurrentes que tanto nos lastimaron», resaltó.

En ese sentido, pidió un «mejor aporte» a los empresarios argentinos. «De este lado hay un Estado que los acompaña para que puedan crecer y aumentar su productividad; un Estado que no cambia las reglas de juego ni aún en las tormentas porque creemos que es fundamental que haya previsibilidad», indicó.

«Los sindicalistas y los movimientos sociales saben del esfuerzo que estamos haciendo y quiero convocar a todos los gobernadores a colaborar desde su lugar a que podamos tener un presupuesto ordenado; acá no hay espectadores, todos somos protagonistas», destacó.

El acto fue la única actividad presidencial en una visita express a la provincia. A pesar de eso, la Casa de Tucumán tuvo 2500 policías especialmente destinados a la custodia del mandatario y  vallas varias manzanas a la redonda para evitar las protestas y escraches contra el mandatario.

Los actos contra Macri comenzaron el viernes, cuando ATE Tucumán montó una radio abierta en la puerta misma de la Casa Histórica para denunciar la situación que viven los estatales tucumanos, para manifestarse en contra del acuerdo con el FMI y para repudiar “la contradictoria visita de un presidente vende patria a nuestra provincia, la Cuna de la Independencia”.

Este lunes, organizaciones sociales, políticas y sindicales de la provincia realizan protestas en la capital provincial. El acto central se realizó a las nueve de la mañana en la Plaza Irigoyen e incluyó una suelta de globos negros.

La rápida presencia de Macri tuvo una avanzada con la llegada de la vicepresidenta Gabriela Michetti el sábado. Ella fue la principal figura del gobierno en el tedeum, donde se realizó un fuerte mensaje contra la ley de legalización del aborto.