Tras un mes de intensa campaña intensa por el No a la consulta popular que impulsa su sucesor Lenín Moreno, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, no pierde la esperanza de que el pueblo no avale este domingo una consulta popular que considera inconstitucional y antidemocrática, cuyos pilares, las preguntas dos y tres, lo dejarían fuera del juego político y entregarían superpoderes al Ejecutivo, de ser votadas afirmativamente. Entre medio del trajín que incluyó un violento ataque callejero mientras daba una entrevista radial, el economista tres veces electo para la primera magistratura dialogó vía Skype con Tiempo Argentino. El próximo lunes, una vez pasada la consulta, lea la segunda parte de la entrevista donde Rafael Correa habla de la persecución judicial, el panorama político actual en su país, si vuelve o se queda, si se considera el nuevo jefe de la oposición y su relación con Lenin Moreno.

-¿Qué cree que va a pasar este domingo?

-Mucho. El No está subiendo como espuma y el Sí se está desplomando, pero empezamos con un 87% por el Sí y un 13% por el No. Lamentablemente son cosas difíciles de explicar. Tenemos nueve meses de desinformación, manipulación, traición, revertir eso en tan poco tiempo es difícil, pero no imposible. Nosotros estamos muy esperanzados, pero ha sido cuesta arriba. No se imaginan las adversidades extremas que hemos tenido que enfrentar. Unas 36 organizaciones de extrema derecha, extrema izquierda, políticas, sociales, se inscribieron para (la campaña de) el Sí y solo una por el No. Luego pospusieron la inscripción, ni siquiera permitieron que empezara a tiempo la campaña en medios de comunicación visuales, porque nos prohibieron los spots con cualquier pretexto de “intolerancia política”, todo es mentira, nos demoraron como diez días hasta que ya pasamos unos spots que ya eran angelicales. Y las agresiones permanentes durante toda la campaña. Fuerzas de choque que iban a buscarnos. Unas 30 o 40 personas que iban a tirar piedras, palos, ‘incidentarnos’, insultarnos. Y nunca hizo nada el gobierno. No hay un detenido. Lo que está pasando en el país es extremadamente grave. Si yo lo hubiera hecho estaría siendo enjuiciado políticamente y penalmente y tendrían toda la razón. Si Venezuela lo hubiera hecho estaría invadida. Hay un grave rompimiento del orden constitucional en una consulta que no se convocó en el marco constitucional. La Constitución dice por ejemplo en el artículo 104 “en todos los casos de consulta popular se requerirá dictamen previo de la Corte Constitucional sobre la constitucionalidad de las preguntas”. Ese dictamen previo lo obviaron, y nos han pasado dos preguntas monstruosamente inconstitucionales que iban a ser paradas por la Corte, porque el informe ya estaba listo. Aquí lo tengo (lo muestra), más de 300 páginas negando las preguntas dos y tres por inconstitucionales. El gobierno lo sabía y adelantó la convocatoria eludiendo el control constitucional. La inconstitucionalidad de la convocatoria invalida toda la consulta. Por primera vez en la historia del país, tal vez de América Latina, tenemos referéndum, reformas constitucionales, que no han sido analizadas, no tienen dictamen del control constitucional. El 443 dice: “corresponde a la Corte Constitucional elegir la vía idónea para modificar la Constitución”. Porque hay reformas que solo la puede hacer la Asamblea Constituyente, cuando se trata de restricción de derechos, como la pregunta dos, sobre postulación indefinida. Otras no se pueden ni con asamblea constituyente porque están en tratados internacionales, como el artículo 23 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos del derecho a la participación política. La pregunta dos no es susceptible de referéndum ni asamblea constituyente porque está en un tratado internacional. Pero además comete la monstruosidad jurídica para inhabilitarme a mí de hacerla retroactiva diez años. Toda ley rige para los venideros. Por eso lo rechazaba el informe de la jueza. Entonces en estos momentos estamos convocados a aprobar o negar una ley retroactiva. Con eso se acaba la seguridad jurídica. La pregunta tres tampoco pasaba el control constitucional. porque busca destituir a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana, que elige 150 autoridades de control, para reemplazarlos por delegados transitorios designados por el Ejecutivo, con competencias especiales que no constan en la Constitución. Este consejo transitorio podrá destituir y sustituir a la Corte Constitucional, fiscales, defensor público, jueces, el consejo nacional electoral, y le quita la potestad exclusiva a la Asamblea Nacional de fiscalizar. Se acabó la división de poderes, lo que conocemos como democracia.

-Si el pueblo lo aprueba, por todo lo que usted menciona pareciera que dará lugar a una catarata de medidas cautelares.

-Pero si se apoderan de la propia Corte Constitucional van a bloquear todo. Solo quedan instancias internacionales o cambio de la situación política. En este momento Ecuador no vive un estado de Derecho, nadie defiende los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, la Corte Constitucional debió reclamar, pero hizo mutis por el foro. El Consejo Nacional Electoral debió rechazar la convocatoria sin dictamen. Todo se sometió al abuso de la presidencia, por temor, por complicidad, qué se yo. Una esperanza son las instancias internacionales que están reaccionando muy bien. Hay un pedido de la CIDH de información al gobierno ecuatoriano. La segunda esperanza, es que en tres meses la situación política puede ser totalmente distinta. Por ejemplo, si se hace una Asamblea Constituyente que cree una comisión de la verdad que revise todo esto, tendrán que responder ineludiblemente ante la historia, que será despiadada, y ante la justicia ecuatoriana.

-¿Está dispuesto a comenzar la campaña para convocar a una Constituyente?

-El problema es que usted tiene que reunir el 12% del padrón en firmas, lo cual podemos hacer, pero es recién para hacer una consulta popular para que el pueblo decida hacer una Constituyente, cuando no es convocada por el presidente o por dos terceras partes de la asamblea. Como hicieron esta consulta ya es bastante complicado, pero no lo excluimos en el futuro.

-¿Por qué dice que más allá del resultado de la consulta, toma esta experiencia como una victoria?

-Es increíble la reacción de la gente. Yo no recuerdo que en la historia contemporánea del Ecuador haya habido una campaña tan desigual. Más enfrentar todo el aparataje público estatal, el aparataje y blindaje mediático. La violencia todos los días. Entonces ha sido una campaña totalmente desigual, pero ha sacado lo mejor de nosotros, porque hemos trabajado con miles de voluntarios. Estas circunstancias de adversidad extrema han sacado lo mejor de nosotros, la auténtica militancia, el auténtico compromiso, la verdadera convicción. Ellos han tenido burocracia. Nosotros hemos tenido militancia.