Cesar Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) desde 1996 y activista por los derechos de la comunidad LGBTI+, falleció este lunes a los 63 años.

Cigliutti fue un defensor de las uniones civiles y matrimonios entre personas del mismo sexo, luchó la derogación de los códigos contravencionales que discriminan a personas gays, lesbianas y travestis y fue un referente del movimiento gay-lésbico argentino.

Había logrado unirse civilmente con su entonces pareja Marcelo Suntheim en 2003, luego de una larga batalla legal que culminó con la aprobación de la primera Ley de Unión Civil para parejas de mismo sexo en América Latina. Años más tarde, apoyó la Ley de Matrimonio Igualitario, tramitada y aprobada por el Congreso de la Nación.

Además de presidir CHA, era secretario general de la Asociación de Personal de la Seguridad Social (Aperses) y había sido declarado ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires el 17 de mayo de 2011. También integraba el Consejo Asesor del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.

«Desde la CHA, expresamos nuestro más profundo dolor por el fallecimiento de nuestro gran compañero, presidente y amigo, Cesar Cigliutti», publicó la entidad en su cuenta de Twitter.

«César supo entregar su vida a la defensa y reconocimiento de los derechos de las personas LGBTTI en Argentina, su incansable lucha lo llevó a convertirse en un referente del movimiento LGBTTI de nuestro país, la región y el mundo», recordó la entidad y aseguró que renovarán el “compromiso para dar continuidad al invaluable legado que representa” para para la comunidad LGBTI+ y para la democracia en Argentina.

“Te fuiste en paz y con todo nuestro amor. Hasta siempre amigo y compañero», finalizó el mensaje de la CHA.

Diego Trerotola, a cargo del área de cultura de CHA, describió a Cigliutti como un “maestro de muchos activistas de la comunidad LGBTI”. «Todo lo que aprendió desde los tempranos 80, en un contexto muy hostil, en épocas donde la represión policial y la violencia contra la comunidad era muy feroz, lo pudo transmitir a muchas personas del activismo que entramos después, en los 90”, recordó en diálogo con Télam.

«César fue una persona que luchó con el cuerpo y la inteligencia”, señaló y agregó: “No hay personas con ese compromiso, asumió ese lugar de seguir luchando por lo que se fueron y están, como Carlos Jáuregui y Nadia Echazú. Todo el activismo gay fue amigo, compañero y cómplice de César».