Desinformación, desidia, actitudes irritantes de los funcionarios –en particular, las del ministro de Defensa Oscar Aguad y las del presidente Macri– y una búsqueda interrumpida, reanudada, infructuosa, cuya continuidad es en cierto modo una incógnita. Se cumple hoy un año de la desaparición del ARA San Juan, un año con muchas más dudas que certezas, y en el que la angustia de los familiares de los 44 submarinistas se ha visto una y otra vez mancillada por el destrato de las autoridades.

Mientras el buque Seabed Constructor empieza a poner proa a Ciudad del Cabo (Sudáfrica), luego de recuperar los tres vehículos sumergibles operados en forma remota que hasta este jueves por la mañana seguían barriendo la zona donde se habrían detectado golpes de casco, y suspendiendo así hasta febrero de 2019 la búsqueda del submarino, la Armada Argentina se apresta a realizar una ceremonia oficial en homenaje a los 44, este jueves a las 17, en la Base Naval de Mar del Plata.

Es el lugar adonde debía haber regresado el San Juan, donde durante meses permaneció un importante grupo de familiares y que en los primeros días de la desaparición (el día 20) fue testigo de la informal visita de Mauricio Macri, en jogging y luego de jugar al golf, cuando les prometió que se comprometía “a utilizar todos los recursos nacionales e internacionales que sean necesarios para hallarlo lo antes posible”.

A ese lugar pretende regresar Macri por la tarde, y el anuncio de su presencia generó un profundo malestar entre los familiares de los tripulantes del San Juan.

El mensaje ha sido claro. En una carta fechada el martes 13, Lucía Zunda e Isabel Vilca -hermanas de los submarinistas Adrián Zunda y Daniel Alejandro Polo, y dos de las que permanecieron encadenadas a las rejas de la Plaza de Mayo reclamando el reinicio de los operativos- expresaron públicamente su “repudio a que el presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el señor Mauricio Macri, se haga presente en la Ceremonia de Reconocimiento”.

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Hablan del “intento inescrupoloso” de culpar a los tripulantes de su propia tragedia, algo “que no tiene sustento en la evidencia obrante en la investigación”. Denuncian la falta de respuestas de sus superiores a las falencias en la nave previamente señaladas por el comandante del San Juan, el capitán de fragata Pedro Fernández.

Sostienen que “Macri, a los familiares, nos ha faltado el respeto en innumerables oportunidades”, que no se hizo presente durante los 52 días que acamaron frente a la Casa Rosada, “mintiéndonos y ocultándonos información, manipulándonos en nuestra vulnerabilidad a conveniencia de sus acciones hipócritas”.

El gobierno apuesta, sin embargo, a dividir a los familiares, y es un hecho que son varios, sobre todo los que han desarrollado un fuerte sentido de pertenencia respecto de la Armada -y que, en su mayoría, residen en Mar del Plata y son oriundos de otras provincias-, los que respaldan la presencia de las autoridades en un acto organizado por la fuerza.

Luis Tagliapietra junto a otros tres familiares se encuentran aún en el barco Ocean Infinity y no saben cuándo será su regreso a causa de las condiciones climáticas que les impiden abordar la Corbeta Espora. Por su parte, el Seabed Constructor no regresará a puerto argentino y emprenderá viaje hacia Ciudad del Cabo. 

En cualquier caso, el grueso de los familiares de los tripulantes del San Juan realizarán su propio homenaje, en realidad, el renovado reclamo de que continúe la búsqueda y se investiguen las responsabilidades que condujeron a la tragedia. En Mar del Plata, con una misa a las 16 y una marcha a las 17. A la misma hora, en Buenos Aires se manifestarán frente al Congreso de la Nación.