El paso por el Congreso del proyecto para la legalización del aborto seguro y gratuito impactó en la opinión pública como pocos temas, generando una de las discusiones abiertas más ricas de la vida democrática argentina. Aprobado en diputados pero rechazado por los senadores, el fallido proyecto obligó a cada ciudadano a informarse para fundamentar una opinión propia. El debate terminó generando tribunas opuestas que defendieron con fervor sus puntos de vista, llegando en casos extremos hasta agredir a quienes pensaban distinto. Un clásico nacional. La diversidad de las iniciativas que surgieron en torno del tema prueba la profundidad que alcanzó.

Una de las más originales es la que llevó adelante un grupo de ilustradores, humoristas y artistas gráficos, que a través de Twitter se propusieron crear una colección de figuritas que reuniera a los 38 senadores que votaron en contra de la ley en la sesión del 8 de agosto. El padre de la criatura, bautizada con el hashtag #LasFiguritasDelSenado, fue el artista rosarino El Niño Rodríguez, quien la mañana después reflexionaba en la red sobre el gran aporte que el debate en la Cámara Alta había hecho al oficio de los caricaturistas. «Para los dibujantes y humoristas, tenemos un montón de personajes nuevos para hacer», escribía en su cuenta, celebrando que la sesión revelara los rostros hasta entonces anónimos de algunos senadores. Tres tuits más tarde anunciaba: «Bueno señoras y señores, después de anoche los dibujantes hicimos #LasFiguritasDelSenado, la colección de los 38 que votaron en contra como para no olvidarlos». Y ahí mismo publicó la suya, un retrato de Federico Pinedo.

Rodríguez cuenta que una vez que la idea se asentó en su cabeza convocó a algunos colegas cercanos para que eligieran a uno de los 38 senadores y realizara su propia versión libre. Así comenzaron a sumarse artistas reconocidos como Langer, Liniers, Consthanzo, Erlich, Flor Balestra, Caro Chinaski, Alfredo Sabat. Sus trabajos sirvieron para que la propuesta se viralizara, empujando a otros dibujantes a hacer sus aportes. Los trabajos se destacan no sólo por su calidad artística sino por la capacidad expresar una opinión propia, captando desde la ironía la esencia del pensamiento de algunos de los legisladores. Así CJ Camba dibujó un Rodolfo Urtubey caracterizado como zombi, Sebastián Domenech un Mario Fiad cavernícola, o Eliana Iñíguez una Inés Brizuela con un soretito emoji sobre su cabeza truncada. La iniciativa consiguió una gran difusión, demostrando no sólo que una buena idea puede ser a veces el mejor combustible, sino que el humor es una de las herramientas más eficaces para resguardar la memoria. «