El paro del 1 de mayo convocado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) volvió a poner sobre el tapete el peso del impuesto a las Ganancias en los salarios.

En la CATT, que dirige Juan Carlos Schmid, aseguraron que el próximo 25 de mayo volverán a retener tareas. La razón por la que eligen los feriados para hacer paro es que las horas trabajadas en esos días se cobran al ciento por ciento. De esa forma se incrementa el salario y puede superar el umbral a partir del cual se paga Ganancias o –si el trabajador ya lo pagaba- sube la categoría en la que se encuentra y la alícuota del tributo.

A lo largo de este año, pagarán Ganancias los asalariados con un ingreso mensual promedio neto de $ 38.301 ($ 46.146 brutos) si no tienen deducción por familia o de otro tipo. En tanto, si se trata de quienes pueden deducir cónyuge y dos hijos, el monto mínimo neto a partir del cual tributarán será de $ 50.668 ($ 61.046 brutos). En ambos casos están incluidos los dos medio aguinaldos, de junio y diciembre.

La escasa actualización del umbral de Ganancias tiene consecuencias severas: a la fecha, más que se duplicó la cantidad de asalariados que tributan Ganancias desde que Mauricio Macri asumió la presidencia.

A diciembre de 2015, los asalariados en esta situación sumaban 1,051 millones. En julio de 2018, último dato oficial conocido, los asalariados en relación de dependencia ya eran 1,638 millones. Esa cifra la informó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el informe 114 dirigido a la Cámara de Diputados en septiembre último.

Desde esa fecha a esta parte, algunos cálculos indican que en los ocho meses transcurridos desde ese cálculo oficial se podrían haber sumado hasta 250 mil asalariados registrados más.

Además, este año se incrementará el número de asalariados que tributan Ganancias porque sus aumentos salariales de 2018 fueron superiores al crecimiento del mínimo no imponible.

De acuerdo con la ley votada el año pasado, el mínimo no imponible de Ganancias se actualiza por medio de un indicador salarial que publica la Secretaría de Trabajo, el RIPTE. Ese indicador aumentó en 2018 un 28,29 por ciento. Se sabe que la inflación fue del 47,6% a nivel nacional y que apenas un puñado de sindicatos logró empardar o acercarse estrechamente al nivel de la carestía. Pero una cantidad mayor de ellos obtuvo incrementos salariales a lo largo del año pasado por encima del 28%, algunos muy numerosos como docentes o comercio. Esto implica que una mayor cantidad de personas superará el umbral a partir del cual se paga Ganancias, o que si ya pagaba pase de categoría y pague más.

El empleo del RIPTE como índice de movilidad de Ganancias provocará otro efecto: desde enero de 2016 hasta fin del año pasado, la Cuarta Categoría aportaba el 20% de lo que recaudaba por Ganancias la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip). Esa cifra subirá por el efecto antes mencionado. Es decir, no sólo se ampliará la base de contribuyentes, sino que además pagarán más.

El afán recaudatorio, con un direccionamiento preciso hacia las personas de a pie, cuyos ingresos no constituyen ganancias, tiene un mentor: el acuerdo del gobierno nacional con el Fondo Monetario por el cual la recaudación debe ser «fortalecida» para que la recesión no afecte el déficit cero.