Salvador Ture, director de GES (Grupo Editorial Sur) junto con Fernando Belvedere y Pablo Campos, dice que prefiere caracterizar a la editorial como “pequeña” y no como independiente. “¿Independiente de qué?” se pregunta y agrega: “Me causa un poco de ruido cuando nos dicen que vamos a hacer una charla de sellos editoriales “independientes” o “alternativos”. Nosotros dependemos de muchas cosas, como el papel, el autor, los precios de la imprenta. En Europa hay muchos sellos pequeños que son muy buscados por grandes autores porque les gusta que les atiendan el teléfono, que los traten bien. Nosotros hemos publicado tres libros de Alberto Szpunberg, que es uno de los mayores poetas vivos de la Argentina, que ha sido Premio de Casa de las Américas y tiene muchos premios más. Ahora está en Barcelona, pero a él le gustaba sentarse con nosotros y tomar mate, hablar de los libros. Desde esa perspectiva sí hay una cierta independencia que debemos cuidar, pero hay que hablar mucho del concepto de independencia para ponernos de acuerdo. En general, se usa mal. Hacemos lo que podemos, somos chiquitos y no tenemos vergüenza en decirlo porque creo que hacemos un trabajo muy grande. Los libros están bien, tienen muchas horas de esfuerzo personal, trabajamos mucho en las tapas, en la corrección.” 

Esta editorial chica, en efecto, es grande en su empuje y en la cuidadosa y veloz ampliación de su catálogo. En la Feria del Libro presenta títulos casi a diario como señal inequívoca de una actividad intensa siempre coherente en los criterios editoriales. 

-¿Cuáles son los ejes sobre los que trabaja la editorial?

-GES tiene dos sellos. Uno es, precisamente, GES. El otro, Lamás Médula con el que publicamos fundamentalmente todo lo relacionado con poesía, incluidas biografías de poetas. Presentamos en la Feria del Libro Miguel Ángel Bustos, biografía de un poeta militante que escribió Jorge Hardmeier. Es una muy buena biografía de casi 600 páginas. Bustos es un poeta que permaneció desaparecido durante mucho tiempo hasta que hace un par de años, en una fosa común de Avellaneda, el Equipo de Antropología Forense descubrió una serie de cuerpos NN y se pudo determinar que uno de ellos era de Bustos. Desde un punto de vista ideológico se lo considera desaparecido aunque en términos reales no lo es porque recientemente le entregaron los restos a su familia. 

¿Y qué tipo de libros publican por el otro sello?
-Por Grupo Editorial Sur tenemos una serie de colecciones. Hay una de narrativa que se llama Leopoldo Marechal. También una colección de deportes en la que el año pasado publicamos un libro que hizo mucho ruido, Los desaparecidos de Racing de Julián Scher, que ha tenido en un año unas 40 presentaciones en distintos puntos del país y del exterior y fue declarado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires de interés cultural. El libro cuenta once historias de once militantes desaparecidos y revitalizó la idea de que el fútbol puede decir algo con respecto a ciertos temas. De hecho surgieron una serie de clubes con inquietudes similares y se armó una coordinadora de Derechos Humanos y todos  los clubes que la integran toman como punto de referencia ese libro. El papá del autor, Ariel Scher, destacado periodista y también narrador escribió una serie de cuentos que toman como referencia o como excusa los distintos mundiales de fútbol. Esos cuentos fueron reunidos en un libro que acabamos de publicar hace unos pocos días, Todo mientras Diego y otros cuentos mundiales. Lo presentamos el sábado pasado en la Feria con Ariel que, para mí, es un escritor que no tiene nada que envidiarle a todos los que están alrededor de la literatura de la pelota, me refiero a Soriano, Galeano, Fontanarrosa. Estamos presentando, además, Banfield versus Racing, Evita versus Cereijo todos juntos triunfaremos. Tiene que ver con la guerra interna que se dio en el peronismo en el 51 en torno a quién saldría campeón, si Banfield o Racing. Evita quería que saliera Banfield. Ella impulsaba que ganara un equipo humilde, mientras el resto del gabinete peronista comandado por Cereijo, ministro de Economía y hombre fuerte de Perón, impulsaba a Racing. Esta interna la agarra a Eva en el peor momento de su salud. Fallece un año después. Es un libro que tiene que ver con el deporte, pero que tiene algo más.

-También publican novelas, ¿no 

Sí. También presentamos a través de GES la segunda novela de Carlos Ulanovsky, Nada más aburrido que ver filmar. Es la historia de un director de cine durante la dictadura militar. A la vez presentamos otro libro de él de ensayo que se llama Mi congreso de la lengua. Él hizo una serie de libros sobre el tema de la lengua como Los argentinos por la boca mueren pero en los últimos 17 o 18 años  no volvió a la temática de qué somos y cómo somos a partir de lo que decimos y de cómo hablamos. En Mi congreso de la lengua tomó palabras dichas, escritas desde el 2001 hacia acá. Hace un trabajo muy interesante en el que toma las palabras relevantes de cada año, de los giros y modismos, de los vocablos de moda. El 2001 es cacerolazo, el 2002 es trueque…Es un libro maravilloso. 
También han publicado género biográfico a través de ese sello
-GES también ha publicado una biografía de Tuñón que es una reedición de la que en el 74 publicó Horacio Salas y que se llama Conversaciones con Raúl González Tuñón, un libro que en su momento salió feo, mal y a las apuradas. Tuñón era comunista y muere en el 74. Quizá por eso tuvieron urgencia en publicarlo y lo sacaron con poco cuidado, pero es un libro muy valioso. En él Tuñón cuenta desde adentro la redacción del diario Crítica, cómo era Miguel Hernández. En fin, es Tuñón contando su vida, lo que no es poco. También estamos reeditando la obra de un escritor que para nosotros es muy importante que se llama Alberto Vanasco y que falleció en 93. Nosotros quedamos a cargo de su obra que tiene unas 12 o 13 novelas y un par de ensayos y vamos publicando un libro por año. Hasta ahora publicamos dos, su primera y gran novela escrita a los 19 años, Sin embargo Juan vivía. Está escrita en segunda persona y en tiempo futuro. El año pasado publicamos una novela de los 60 que él escribe durante una breve estadía en los Estados Unidos y que se llama Nueva York, Nueva York. Es una gran novela con un clima muy de esa época, con mucho músico de jazz dando vueltas, con mucho LSD y experimentación. Vanasco es un gran escritor, pero en los 60, cuando alcanzó su techo creativo, tenía algunos argentinos  que estaban escribiendo más o menos, como Marechal, Cortázar, Borges Bioy, Mujica Láinez, Puig (risas). Fue tapado por unos diez escritores de esa talla. De no ser así hubiera sido mucho más conocido. Nosotros estamos empeñados en rescatarlo sacando aunque sea un libro por año. 
¿Y qué sacan en Lamás Médula? 
-Como no podía ser de otra manera hemos reeditado libros de Oliverio Girondo. Reeditamos de forma facsimiliar un libro que se llama Interlunio, un libro de Girondo de narrativa, de 1937. Es una edición homenaje hecha tal cual él la soñó. Él había hecho  222 ejemplares porque quiso que fuera así. Nosotros hicimos todo un trabajo de reconstrucción para sacarlo tal como él lo había soñado, con el tamaño que él lo concibió y con letra grande. 
-Es decir que esos la actividad de GES se divide en dos grandes ejes. 
-Siempre digo que Lamás Médula y GES son los brazos de un mismo nadador. Con GES también tenemos en marcha una colección muy interesante de libros de salud. Hasta ahora se ha publicado un libro relacionado con la hidrocefalia y otro, con la medicina canábica. Lo presentamos en la Feria donde estamos presentando libros casi todos los días. También presentamos una novela feminista maravillosa que se llama El Evangelio según María Magadalena, una primera novela de una escritora muy buena, Pilar Cancelo. Todo transcurre en una peluquería del Conurbano donde hay una Simona, una Rosa que nunca va a decir que es  Rosa Luxemburgo. Juntas traman reescribir el evangelio desde una mirada de mujer. Quieren hacer una especie de toma de La Bastilla y pretenden copar el CEAMSE, tarea en la que fracasan. Además, editamos muchos autores de diversas provincias. Todo lo hacemos a pulmón.