El candidato derrotado a la presidencia de Brasil, Fernando Haddad, exigió el domingo respeto por sus 45 millones de electores y dijo que la oposición al futuro gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro será una «tarea enorme».

El candidato derrotado Fernando Haddad anunció hoy, al aceptar la derrota frente al presidente electo, Jair Bolsonaro, que el Partido de los Trabajadores deberá «reconectarse con la población más pobre» y que se necesitará «coraje» para enfrentar»amenazas» a las libertades y a los los derechos humanos y laborales frente al programa económico del nuevo gobierno.

Allegados de Haddad dijeron a Télam que no llamó a Bolsonaro este domingo porque hace una semana el ex capitán dijo en un discurso que iba a detenerlo cuando asuma el gobierno el primero de enero próximo.

En un discurso en un hotel de San Pablo, Haddad atribuyó la derrota a las dificultades que tuvo el PT para presentar su candidatura, inicialmente reservada para el ex presidente Luiz Inacío Lula da Silva, cuya prisión y condena, sostuvo, es «injusta».

«Están en juego a partir de ahora los derechos civiles, los derechos políticos, laborales y los derecho sociales. Tenemos una tarea enorme de defender el pensamiento y las libertades de 45 millones de personas que nos acompañaron», afirmó Haddad.

El candidato del PT dijo que pondrá el trabajo por Brasil «por encima de su vida» y «reconectar con las personas más pobres, para rehacer un programa que pueda sensibilizar mentes y corazones».

Es la primera derrota del PT en las últimas cinco elecciones presidenciales, luego de haber ganado 2003, 2006, 2010 y 2014.

En el palco con Haddad estaba Dilma Rousseff, presidenta electa destituida por un juicio político en 2016 que fracasó en su intento por lograr un curil en el Senado.

En una reunión con la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT) en Sao Paulo, Haddad agradeció el apoyo de sus aliados y de «los 45 millones de votos, una parte significativa [del electorado], que debe ser respetada».

Rodeado de líderes de izquierda y vistiendo una camisa blanca, Haddad se dirigió a la militancia en un hotel de Sao Paulo, donde pidió respeto por sus «45 millones de votantes», en un emotivo discurso en el que prometió seguir luchando «con coraje» por la democracia.

El exalcalde de Sao Paulo, de 55 años, fue designado candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en sustitución de su líder histórico, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción y lavado de activos.

El PT perdió la primera de las últimas cinco elecciones presidenciales.

Haddad contó con el apoyo de millones de brasileños que se beneficiaron de las políticas de inclusión social de Lula.

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