«Shanghai es el apogeo de la economía china, que es la de mayor crecimiento del mundo, y aunque también es uno de los dos primeros destinos de nuestras exportaciones, asignamos a Shanghai cuatro diplomáticos, mientras en París tenemos 14. Es difícil no pensar que este tablero podría ser ajustado».

El dato fue ofrecido por Sabino Vaca Narvaja en una charla con socios de la Cámara de Comercio Argentino-China. Vaca Narvaja está proyectándose desde su puesto como Director General de Relaciones Internacionales del Senado de la Nación a la Embajada en Beijing, con el cargo de Representante Especial de la Argentina para la Promoción Comercial e Inversiones.

Las relaciones entre los países no están dadas. Se las construye, con algunas personas encargándose del trabajo de informarse y comprender al otro país, tender múltiples lazos, conseguir una visión sobre la forma más provechosa de la relación. El devenir histórico de la Argentina pone a Sabino Vaca Narvaja en un puesto clave del trato con China. De cuna y vocación política, incluso académica (está formado en Ciencias Políticas), por un lado tiene un fuerte interés personal por China, y por otro, entiende que en el siglo XXI China resurge como potencia reconfiguradora del mundo. En su visión, no hay modo de defender los intereses argentinos sin plantarse del modo más conveniente frente a la fuerza gravitacional de China.

Sabino Vaca Narvaja también dirige el Programa de Cooperación y Vinculación Sino-Argentino en la Universidad Nacional de Lanús, ha coordinado libros sobre los vínculos de Argentina con China, maneja el idioma mandarín y a lo largo de años ha ido tejiendo buenos lazos con los ámbitos político y académico de China.

En una entrevista que concedió a la revista DangDai el nuevo embajador en China, Luis María Kreckler, adelantó que tiene en vista la apertura de un nuevo consulado en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, en el centro del país, o en el distrito autónomo de Chongqing.

El Gobierno de Alberto Fernández ha dado signos de que está abierto a continuar las relaciones que había cultivado el kirchnerismo. Un nuevo consulado sería un gesto que afirmaría esa dirección, del mismo modo que lo son los indicios que planteó Sabino Vaca Narvaja frente a los empresarios.

Entre los temas que manejó como parte de una agenda para la relación entre Argentina y China, Vaca Narvaja mencionó la importancia logística de los corredores bioceánicos, con los que nuestro país “no sólo tendría una salida directa de sus productos al Pacífico, sino que podría hacer sinergia con Chile a partir del tratado de libre comercio que ese país tiene con China”. Deslizó que viene tratando el tema con el nuevo embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, y enfatizó la conveniencia de esta estrategia para la promoción de economías regionales.

Por otro lado, adelantó que “estamos estudiando cuáles podrían ser las alternativas” para conservar la ruta aérea por la que actualmente Aerolíneas Argentina transporta material médico desde China, de modo de que continúe una vez terminada la pandemia de Covid-19, al servicio del turismo.

Sostuvo luego que Kreckler considera la posibilidad de encaminar un proceso que culmine en la eliminación de las visas a los ciudadanos chinos, con lo cual “los picos de turismos que se han registrados de 70.000 personas al año, puedan llegar al millón”. Aclaró que esta iniciativa debía ser necesariamente desarrollada en coordinación con otros países de América Latina y de modo armónico con todos los sectores internos que se activarán.

Entre las alternativas a ser consideradas no descartó la conectividad aérea con códigos de vuelo compartidos y el aprovechamiento del flujo turístico de China con Oceanía.

La necesidad imperiosa de China de carne porcina también plantea un tema de agenda desde que, constituyendo una de las principales fuentes de proteína de la población, las granjas chinas están sufriendo una enfermedad que las ha diezmado. Vaca Narvaja adelantó que “estamos estudiando el establecimiento de 200 granjas con una escala de 10.000 madres —en Argentina las más grandes son de 5.000. Nuestro país tiene óptimas condiciones para producir y está libre de la plaga que afecta a China”.

Agregó que “en el corto plazo se prevén 20 granjas con una inversión promedio de 140 millones de dólares por granja. Sería inversión directa de productores chinos, asociados con productores argentinos”.

La iniciativa implicaría un paso en una dirección diferente del esquema actual de primarización de las exportaciones, a través de la creación de valor agregado, con sus implicancias en generación de empleos y otras activaciones económicas. Asimismo, concretaría un anuncio hecho por Cristina Fernández de Kirchner en su última visita a China como presidenta de la Nación. En febrero de 2015, la mandataria sostuvo que en sus conversaciones con el presidente Xi Jinping, habían hablado de crear empresas mixtas binacionales que podrían establecerse en Argentina para procesar alimentos que serían exportados a China.

Ante las consultas de los empresarios argentinos y chinos pertenecientes a la Cámara de Comercio, Vaca Narvaja también precisó que “queremos ejecutar las obras proyectadas en nuestros gobiernos anteriores”, así como continuar las obras en energías renovables en todo el país.

Finalmente sostuvo la intención de Argentina de involucrar en la relación con China entidades como el Invap, el Instituto Balseiro, la CNEA, la CONAE, y el sector de alta tecnología, atendiendo a que “China está dispuesta a cooperar en proyectos de valor agregado y transferencia de tecnología”.

Sobre la creación de un nuevo consulado en Chengdu o Chongqing, anunciado por Kreckler, Vaca Narvaja explicó que ello “habla de nuestro interés en acercarnos al pujante interior occidental chino, donde entronca el proyecto La Franja y la Ruta”, considerando la importancia que tienen las provincias en la relación binacional. “El nivel subnacional de la cooperación, así como la hermandad entre provincias y ciudades, serán otras de nuestras prioridades. Hay un enorme potencial ahí”, dijo.