El Hospital Posadas se encuentra en terapia intensiva. En las últimas dos semanas recibieron una oleada de 90 despidos, en todo el 2018 llegan a 300, y desde que Cambiemos asumió ya superan los mil (a fines de 2015, el hospital contaba con 4500 trabajadores). Estas acciones tienen sus consecuencias inmediatas: el centro de salud se quedó sin el servicio de cirugía cardiovascular infantil, y con la mitad de camas en la terapia intensiva pediátrica, por falta de profesionales. 

Primero los cesanteados fueron informados por Whatsapp, después por llamadas, luego por telegramas donde les adjudicaban supuestas irregularidades no constatadas. Finalmente en las últimas horas la mayoría recibió un telegrama donde le afirman al trabajador que no se “ajusta” al “número óptimo que tiene que tener la plantilla”. Para Mirta Arceri, despedida de Terapia Intensiva Pediátrica tras 18 años de estar contratada, “es el achicamiento y vaciamiento del hospital”. En ese servicio tienen capacidad para 12 camas, pero sólo pueden usar seis, por ausencia de profesionales. “Ese servicio no lo tenés en otro hospital de Provincia, no podés decir ‘bueno, me voy a otro lugar’. Los chiquitos se quedan sin cama, y si la necesitan es porque tienen riesgo de vida”, agrega Arceri, de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) del Posadas.

En el Posadas, el 85% es personal contratado, algo que sucede desde varias gestiones atrás, lo que también le permitió a la actual gestión despedir sin indemnización. Manuel Trímboli, despedido del sector de Suministros, sostiene que ya superan los mil cesanteados desde fines de 2015: “Sólo el primer año hubo 650. Y después se suman los despidos por goteo. Van desmembrando al hospital, rajan a gente que estaba a dos años de jubilarse. Hoy por ejemplo psiquiatría, obstetricia, enfermería, anatomía patológica, ya no están siendo operativos”. Para Trímboli, “hay una direccionalidad de desmembramiento del hospital, todo con una intención de privatización y tercerizaciones, como en el caso de cirugía cardiovascular”.

Este miércoles, la ya clásica marcha semanal de los profesionales alrededor del Posadas fue masiva: más de 400 profesionales se movilizaron. Y hubo una decena de jefes de servicio y especialistas que presentaron sus renuncias en solidaridad con los despedidos. Fue el caso de cirugía cardiovascular infantil, donde primero echaron a dos cirujanas. Ante esa decisión, el Jefe de Equipo (y flamante Secretario de la Fundación Posadas), el doctor Christian Kreutzer, presentó su renuncia. Le siguieron otros cinco cirujanos. Y el servicio quedó sin gente. Días atrás se había ido el director del Posadas, Jorge Palmieri, cuando la administración le adelantó que pensaban echar a 300 trabajadores del centro de salud, que ya hace más de un año se encuentra literalmente militarizado. Llevan concretado un tercio de esa cifra.

Sin embargo, Juan Ignacio Leonardi, director de Recursos Humanos del hospital, le respondió a los trabajadores que puede renunciar quien quiera “total tengo un montón de médicos latinoamericanos que por dos mangos van a venir a trabajar de monotributistas”, reproduce Arceri.

Mientras tanto, el desmantelamiento y vaciamiento de programas ya afecta el funcionamiento diario del hospital. El único cirujano de columna que quedaba fue echado. Lo mismo para el que realizaba un estudio auditivo para tratar el vértigo, a la única pediatra que hacía estudios funcionales en gastroentorología, y a los tres especialistas en atención a pacientes con síndrome de down. Y la falta de turnos se profundiza. “La semana reprogramaron 500 –afirma Arceri–. Viene el paciente a hacerse la cirugía y le informaron que el médico que se la iba a hacer fue despedido hoy. Y le reprograman para 4 meses. Y la salud se agrava”.

Las autoridades del Hospital emitieron un comunicado en el que aseguran que los despidos son consecuencia de «incumplimiento severo de la carga horaria, cuya situación implica un perjuicio no sólo para la administración, sino que se traduce en una menor capacidad de atención para los pacientes». Además, dice que «se encuentra garantizada la atención de todos los pacientes», ignorando que por los despidos algunas áreas del hospital se quedaron sin personal.

«Vimos el comunicado. Si detectan gente con incumplimientos de horario, que la citen, que le adviertan, que le descuenten horas pero que no hagan cesantía salvaje. Es un tema muy complicado. Ellos pivotean con eso buscando desprestigiar al sector. Cómo explican cesantías de enfermeros que se opusieron al aumento de la jornada laboral. O de 17 delegados de CICOP Posadas. O toda la oposición a ATE Morón o, hace 10 días, al secretario gremial y a la tesorera de CICOP Posadas. Es un tema muy delicado. Lo concreto que hay un creciente impacto asistencial», le dijo a Tiempo Luis Lichtenstein, representante del CICOP Posadas.