El universo de Federico García Lorca siempre es fruto de un constante análisis en el mundo de habla hispana. Como muestra de esa observación permanente, una obra teatral hace foco en la figura del poeta español más influyente de la literatura española del siglo pasado, poniendo especial énfasis en el periodo formativo en su juventud.

Con ese núcleo como recorte central, el catalán Joel Minguet protagoniza Lorca, una propuesta en la que musicaliza en escena poemas notables como “Madrigal”, “Chopo Muerto” o “Tarde”, entre varios otros. La obra puede verse viernes y sábados en el Teatro Pan y Arte y propone desde una primera instancia un acercamiento climático musical sobre un poeta que deja Granada para ir a Madrid, lugar donde forjará una relación más que especial con Salvador Dalí –de quien se enamoraría perdidamente, aunque sin ser correspondido– pero también entablará amistad con otras personalidades ilustres como Luis Buñuel, Miguel de Unamuno o Manuel de Falla.

Una obra como “Lorca” nace como parte del proceso creativo de Minguet a raíz de una sobrecarga de trabajo actoral que lo llevó a meditar su cotidianidad interpretativa. “En 2015 tenía demasiadas cosas con el teatro, hasta que al terminar con todo decidí tener vacaciones. Es que había hecho cinco obras, giras y una película en esos doce meses, con lo cual terminé por el suelo y casi enfermo. Era diciembre de ese año y apareció ‘Lorca’ en mi cabeza durante el período de vacaciones, aunque no sabía qué sería en concreto, yo estaba pensando en él, quería estar cerca y hacer algo sobre su vida. Comencé a conseguir información de su trabajo y su persona, me llené de libros, dibujos y varias cosas más de él, y más tarde con una guitarra como acompañante me dejé llevar por sus letras. Más tarde el proceso creativo me hizo ir más a fondo con un trabajo de campo cada vez más preciso, me acerqué más y más, conocí su relación con Dalí y desde ahí comencé a tirar de unos hilos imaginarios hasta darle forma a este espectáculo”, dice el catalán que visita por primera vez la Argentina para actuar pero también para cerrar una vieja deuda particular. “Mi abuela nació en Mendoza, tengo amigos desde la niñez que vinieron desde la Argentina para España, y crecí conociendo muchas cosas de aquí. Me debía venir y por fin lo he hecho”.

En tren de develar algo de lo que sucede en un espectáculo como “Lorca”, el actor sostiene que se trata de un espectáculo estructurado en el marco de 70 minutos de recitados musicalizados. “En escena se van a encontrar con cuatro lenguajes que se combinan por medio de una docena de poemas musicalizados. No canto, recito, y soy como un habla autor, si se me permite el término. Me acompañan cuatro guitarras flamencas con diferentes tonalidades, lo cual me brinda todo un arco escénico necesario para hablar del trabajo de Federico. Los poemas son la columna vertebral”, destaca.

En ese contexto, lo que resalta es un formato de naturaleza intimista alrededor de las letras del poeta de Granada. “Es un espectáculo climático y con una proximidad que es propia de un escritor como Federico García Lorca. En esa columna vertebral que te mencionaba resaltan las cartas que el poeta le escribió a Dalí, una de ellas maravillosa de la que también tomé nota profunda. La obra retrata a un ser humano inmenso y a un artista imbatible, del que todavía estamos hablando a tantos años de su muerte”, dice el actor.

Si en lo general la obra se sirve de los años formativos del joven Lorca, en lo particular la relación con Dalí se vuelve casi de naturaleza central para lo que se relata en el escenario: “Hay una serie de monólogos al principio y al final que revela mucho sobre esa relación. Investigué bastante sobre esa amistad, e inclusive pude enterarme que Federico se enamoró de Dalí y fue bastante directo al decírselo porque se enamoró perdidamente de él. Pero la verdad es que no hay certezas de que Salvador le haya dado importancia a esa revelación que le hizo Lorca. Enterarme de eso también fue parte de los hilos de los que fui tirando para armar esta historia donde este poeta tan sensible como importante todavía da vuelta por nuestras vidas. Hoy eso es una obra de teatro que me gustaría que puedan venir a observar”, concluye el catalán.


Lorca. Una obra de Joel Minguet. Viernes y sábados a las 21 en Pan y Arte,  Boedo 875.