La Auditoría de la Ciudad se convirtió en la primera institución porteña en aprobar un protocolo contra la violencia de género. La novedad es que el documento se gestó como parte de un proceso horizontal que contó con la participación de todas las trabajadoras del organismo.

Según relataron a Tiempo desde la Auditoría el protocolo surgió de las varias actividades que comenzó a organizar el colectivo de trabajadoras en torno al paro de mujeres del 8 de marzo pasado. “Nos pusimos a pensar algunas cuestiones del organismo, sobre todo el tema de licencias que en el marco del convenio colectivo nos resultaba insuficiente”, explicaron desde la AGCBA.

Impulsadas por el debate de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, empezaron a trabajar en el protocolo. La tarea resultó compleja por la cantidad de regímenes laborales diferentes que existen en el organismo de contralor porteño.

El colectivo de trabajadoras se reunió con los siete auditores que encabezan la institución. “Algunos fueron más favorables a pensar el protocolo, otros más reticentes. También lo analizamos con los gremios existentes que son los que tienen la representación de los trabajadores”, detallaron.

“Este proceso nos enseñó  a construir políticamente desde la unidad. La organización de las mujeres fue y es fundamental , no sólo para batallar contra las desigualdades económicas,  sino también para dar visibilidad a estructuras patriarcales que nos violentan.  Sin igualdad de género no hay justicia social”, señalaron en un comunicado.

La ampliación de las licencias de maternidad y paternidad fue uno de los primeros puntos estudiados por las trabajadoras que se reunieron con las auditoras Cecilia Segura (FPV) y Mariana Coletta (Evolución) y también con los gremios ATE, APOC y SILCABA, que concentran a gran parte del personal.

Los protocolos generados en universidades como la UBA y las instituciones de la Provincia sirvieron como punto de partida para elaborar un documento propio. “Se aprobó, queda la puesta en funcionamiento, faltarán reajustes pero hay un punto de partida que obedece a una construcción colectiva”, festejaron desde la AGCBA.

“Lo mejor fue el proceso colectivo, haber encontrado compañeras que no conocía con las que teníamos una preocupación común y una voluntad de transformar el organismo, volverlo más justo y equitativo”, explicó a Tiempo una de las mujeres que redactó el protocolo y adelantó que el colectivo buscará trabajar en brecha salarial que aún existe en el organismo entre hombres y mujeres.