El quinto paro general de actividades que se realizará el miércoles 29 de mayo, coincidiendo con el 50 aniversario de El Cordobazo, sumará con seguridad a la totalidad de las organizaciones y reagrupamientos sindicales del país.

Los sindicatos agrupados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FreSiMoNa) definirán este martes en una reunión propia su adhesión al paro. Sin embargo, la CTA de los Trabajadores, liderada por el docente Hugo Yasky, e identificada con ese espacio político y sindical, ya adelantó su adhesión a la medida resuelta por el Consejo Directivo de la CGT el martes pasado.

En declaraciones radiales Yasky señaló que “las mismas razones que nos llevaron a convocar el paro del 30 de abril, y que la conducción de la CGT desoyó, están vigentes y nosotros, a diferencia de ellos, vamos a ser parte de esa convocatoria“.

También adelantaron su adhesión los sindicatos que, enrolados en la CGT, militan en el Movimiento de Acción Sindical de la Argentina (MASA) que no reconoce a la actual conducción.

Por su parte, la CTA Autónoma liderada por el visitador médico Ricardo Peidró y el estatal Hugo “cachorro” Godoy anunció su adhesión a la medida del 29 de mayo pero redobló la apuesta estirando la huelga a 36 horas. La resolución implica dar comienzo al paro nacional a las 12 horas del martes 28 y fue anunciada en el marco del paro de estatales del pasado 15 de mayo. 

Al mismo tiempo buscarán construir una movilización para ese mismo día junto con organizaciones sociales que, a su vez, mantendrán una reunión con la cúpula de la CGT el próximo viernes por la mañana. Dirigentes del triunvirato piquetero de San Cayetano adelantaron que, por el momento, el 28 planean realizar ollas populares en todo el país.

Desde la óptica de Hugo Godoy, el paro del 29 fue concebido como respuesta a la presión que los trabajadoras vienen ejerciendo por abajo: «Este paro estatal es para empujar un paro de toda la clase trabajadora. En ese camino estamos, y el 29 vamos a un paro nacional que ustedes hicieron posible, porque no se resignan”, les dijo a los estatales movilizados en las puerta del Ministerio de Modernización.

Por su parte los sindicatos conducidos por la izquierda y el clasismo ya adelantaron su participación en el paro aunque con una política propia sobre la base de considerar, en palabras del gráfico Miguel Bravetti, uno de sus dirigentes, que “en el cuadro de un agravamiento de la crisis económica y política, el paro general puede ser un campo de intervención para los trabajadores, a condición de desenvolver un programa propio y una delimitación de las burocracias convocantes, tributarias de un relevo electoral pejotista”.