La diplomacia argentina logró construir una agenda de tres reuniones bilaterales al hilo que tendrán lugar está semana: Alemania, España y Francia. Pero el lado B de la gira de Alberto Fernández incluye un segundo y complicado tópico: qué va a pasar con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, firmado por el tándem Jair Bolsonaro- Mauricio Macri.

Antes de partir para Europa, el presidente Fernández y el canciller Felipe Solá accedieron al informe del ministerio de Producción que conduce Matías Kulfas en el que se analizan las consecuencias de una eventual implementación y las críticas de empresarios industriales de pymes. El trabajo también será enviado a los legisladores nacionales, ya que ese tratado -del cual nunca hubo una comunicación oficial, apenas un entrecortado audio de WhatsApp del excanciller Jorge Faurie- debe ser aprobado por los parlamentos de  todos los países firmantes.

La posición de las principales autoridades en esa materia en la Argentina es crítica ante el acuerdo. El presidente Fernández, el ministro Kulfas y la secretaria de Comercio, Paula Español, se pronunciaron en contra. Durante la campaña Alberto Fernández había dicho: «Lo que parece un acuerdo condena a la Argentina a un proceso de desindustrialización muy grande. Y lo que necesitamos es levantar las persianas de la industria». Ya como presidente, durante la presentación del Plan Automotriz 2030 argumentó que puede avalar el acuerdo «en la medida en que no afecte a la industria del país». En tanto, para Kulfas, Argentina «se apuró al firmar ese acuerdo» que fue una » muy mala negociación». En cuanto a Paula Español, su posición crítica quedó plasmada en el durísimo documento de Observatorio de Empleo, Producción y Comercio Exterior (ODEP), que advirtió que se podrían poner en riesgo 186 mil puestos de trabajo en el sector industrial.

La dificultad para dar marcha atrás con esta negociación la impuso Bolsonaro al amenazar en reiteradas ocasiones con romper el Mercosur si Argentina se bajaba del TLC con Europa. Es una prioridad de este gobierno que eso no suceda. De hecho, el designado embajador en Brasilia, Daniel Scioli, mantendrá este martes una reunión con Pablo Skaf, presidente de la poderosa cámara de industriales de San Pablo.

En ese contexto, el complejo proceso de separación del Reino Unido de la Unión Europea, que inició el Brexit, es una buena oportunidad para lograr el primer objetivo táctico del gobierno en medio de este brete: ganar tiempo. Los europeos estarán entretenidos en volver a rearmar el entramado comercial con un nuevo y poderoso socio extra comunitario.

Por lo pronto, la agenda de reuniones bilaterales con la Canciller alemana Angela Merkel, el lunes; el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, el martes; y el presidnete de Francia, Emmanuel  Macron, el miércoles; que se producirá tras los encuentros ya realizados con el papa Francisco y el presidente italiano, Sergio Mattarella, y el primer ministro del mismo país, Giuseppe Conte; mostrará la misma metodología que la reunión con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu: comunicación oficial conjunta.

Luego del encuentro con Merkel, Fernández visitará una automotriz alemana. En España, la reunión se coronará con una conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa. En tanto, la visita francesa estará enmarcada en un «almuerzo de trabajo» en el Palacio del Elíseo, brindado por el presidente Macron. Por la tarde, Fernández brindará una conferencia con estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París, Sciences Po.

El objetivo principal de las tres bilaterales es sumar el apoyo de estos países en la negociación con el FMI, en especial de Alemania y Francia, para renegociar los términos de la deuda soberana con los acreedores privados y el organismo.

Desde Europa, Fernández mantiene un seguimiento sobre la negociación que está desarrollando su ministro de Economía Martín Guzmán con los bonistas, la renegociación de la deuda provincial bonaerense que encara Axel Kicillof y la suerte ya sellada del proyecto de » sostenibilidad de la deuda», que este miércoles será sancionado sin problema en el Senado, ya que cuenta con el acuerdo entre el oficialismo y la oposición. «

Alberto Fernández se reunión con la FAO

El presidente Alberto Fernández se reunió este sábado 1 de febrero con Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y acordaron trabajar en conjunto para desarrollar acciones concretas para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria en el país.

«En la Argentina tenemos un problema alimentario, de hambre y de seguridad y calidad alimentaria, en lo que la FAO tiene mucho para darnos en experiencia, en colaboración, y es lo que venimos a buscar», explicó el mandatario.

En el encuentro, el presidente reiteró que desarrollará «una lucha frontal contra la pobreza, que es la causa central del hambre» en la Argentina.

«La reunión fue muy fructífera. Ambos tenemos la decisión de ponernos a resolver problemas. La FAO es experta en materia de agricultura y nos van a ayudar en aplicar tecnología para los pequeños productores agropecuarios, me interesa mucho esa idea», concluyó el jefe de Estado.