La crisis política que arreció en Uruguay desde que se reveló que el Tribunal de Honor había absuelto a un ex represor, José Nino Gavazzo, quien confesó haber tirado al río el cuerpo de un tupamaro muerto en un cuartel, en 1973, todavía no cesó. El emergente es un general al que ya se define como el Bolsonaro uruguayo. El mismo que comenzó a destapar el caldero en septiembre, cuando protestó por una reforma a la ley previsional de los uniformados y a pesar de ser el comandante del Ejército, fue sancionado con un mes de arresto por el presidente Tabaré Vázquez. Desde entonces, la figura de Guido Manini Ríos Stratta fue elevándose y tras expresar públicamente su rechazo a los juicios civiles contra militares por su participación en la represión de los años de plomo, fue exonerado hace un mes.

Pero dejó una bomba que estalló el 30 de marzo, cuando Vázquez echó a la cúpula militar y del Ministerio de Defensa. Manini Ríos, en tanto, lanzó su candidatura presidencial en un partido formado a su medida, Cabildo Abierto. Promete mano dura para «terminar con el malandraje», se entrevistó con el actual presidente brasileño y dice que Vázquez, del Frente Amplio, se comportó de manera «canallesca» en todo este entuerto.

Hace seis meses Manini Ríos expresó el malestar militar por una ley de jubilaciones que afectaba a los militares. El general de cuatro estrellas cumplió su arresto pero siguió con frases molestas para el poder político, como que «seguir pidiéndole cuentas al Ejército por lo que pasó hace 40 años es casi lo mismo que pedir cuentas por lo que hicimos en la Guerra de Paraguay». En Twitter publicó: «No hay organización, no hay institución más popular en Uruguay que el Ejército Nacional» o «Esa pequeña bandera con un sol y 9 franjas en el brazo izquierdo de nuestros soldados, hoy significa solidaridad y esperanza para los más frágiles, dentro y fuera de fronteras».

Manini Ríos es heredero de una rica familia uruguaya con participación clave en la política desde hace más de un siglo: su abuelo fue ministro del Interior de José Battle y Ordóñez a principios del siglo XX y luego canciller de la dictadura de Gabriel Terra (1933), un proceso político coincidente con el golpe contra Hipólito Yrigoyen. Nació en 1958; ingresó a la carrera militar en 1973, pero pronto, siguiendo la tradición familiar adhirió a los sectores más conservadores ultracatólicos, nucleados en la Logia de los Tenientes de Artigas, fundada en 1964, que clave en la dictadura militar que se inició en 1973. Manini Ríos también se formó en inteligencia militar y antiterrorismo en EE UU y en 2010 obtuvo la licenciatura en Historia en la Universidad Católica.

En marzo criticó a la justicia civil porque adujo que había condenado a militares sin pruebas. Tabaré, ahora si, le pidió la renuncia. Ya había entregado el informe del tribunal de honor contra José Gavazzo, jefe del Plan Cóndor que persiguió a uruguayos en el porteño centro clandestino Orletti. Cuando salió a la luz la absolución de Gavazzo y otros dos ex represores, el gobierno descabezó a las FF AA y al Ministerio de Defensa. Vázquez dijo que no había sido informado debidamente. De campaña por barrios y poblados del interior, Manini Ríos, como militar que es –serio, adusto, voz firme y convencida–, dice que él mismo entregó la documentación donde «no faltaba ni una coma de lo tratado en el Tribunal» y que Tabaré lo leyó. «Me sorprende que quiera eludir su responsabilidad y me duele mucho la actitud canallesca con que fue cesado del Ministro de Defensa». Se sabía que Jorge Menéndez estaba gravemente enfermo. Murió este jueves. «

Honras fúnebres

Militante del Partido Socialista, igual que el presidente, Jorge Edgardo Menéndez estaba al frente de la cartera de Defensa desde 2016.Desde 2008 estuvo como viceministro. El tema militar y de las violaciones a los DD HH es muy controvertido en Uruguay. La Ley de Autoamnistía (Caducidad de la Prevención Punitiva del Estado) no fue derogada porque la ciudadanía votó por el No en una consulta popular. Cuando Vázquez descabezó la cúpula militar, Menéndez estaba de licencia por enfermedad. El presidente salió a salvar la ropa en medio del escándalo por el fallo del Tribunal militar que él había homologado días antes. En la volteada cayó Menéndez. Odontólogo de 67 años, Menéndez murió el jueves. La familia se negó a que recibiera las honras fúnebres como ministro de Estado.