El índice de precios internos al por mayor (IPIM) subió un 73,5% durante 2018. Así lo informó el Indec tras difundir el relevamiento correspondiente a diciembre, que arrojó un alza de 1,3%.

Según los datos oficiales, a lo largo del año los productos importados tuvieron una variación de 104,8%, seguidos por los de origen primario (82,7%). Las manufacturas crecieron 68% y el precio de la energía eléctrica lo hizo en 54,1%.

La fuerte suba redondeada en el año está íntimamente vinculada con la variación del dólar, que en el mismo período aumentó 101,4%. El ajuste en el valor de la divisa se hizo sentir no sólo en el costo de los insumos del exterior, sino en muchos otros de origen local que también están indexados por el tipo de cambio, como los combustibles, las tarifas de energía y los peajes. Además, varios sectores cerealeros replicaron en el mercado interno de alimentos los mayores precios que podían obtener en el exterior, dando así más fuerza a la suba.

El IPIM, elaborado en base a los datos informados por productores e importadores, mide los precios “a la salida de fábrica”. En ese sentido, es llamativa la diferencia registrada entre ese indicador y el índice de precios al consumidor (IPC), que creció 47,6% el año pasado. Esos 26 puntos de distancia son la proporción del incremento de precios que los canales minoristas no pudieron trasladar al público por causa de la caída del poder adquisitivo. En otras palabras, la demanda no convalidó los mayores precios ofertados y estos tuvieron que bajar, lo que explica la diferente variación en ambos segmentos.

Construcción

Al mismo tiempo, se conoció el Indice del Costo de la Construcción (ICC) correspondiente al área metropolitana. En diciembre la suba fue de 3,3% y en el año de 44,8%. En este caso, el ancla para evitar que la cifra se disparara fue la mano de obra, rubro que varió 35,1%, mientras que los gastos generales subieron 40,3% y los materiales un 61,6%.

Con el calendario de difusión de índices de precios completo, quedó confirmado que 2018 fue un año récord en materia inflacionaria. Para ver cifras superiores, aun con leves diferencias estadísticas, hay que retroceder a 1991 en el sector de minoristas y construcción y hasta 2002 entre los mayoristas.