El repentino alto el fuego unilateral en Yemen que decretó el gobierno saudita parecía un reconocimiento del fracaso de la incursión armada en ese conflicto hace cinco años. Pero la versión oficial es que las autoridades de la monarquía querían evitar un contagio masivo de Covid-19 en los campos de batalla: poco tardó en salir a la luz que el virus ya se extendió en la cúpula de la potencia petrolera. No solo eso: al menos 150 miembros de la familia real tienen coronavirus y algunos de ellos, como el príncipe Muhammad bin Salman –el hombre fuerte del régimen-  debieron ser derivados a un centro especializado de atención que se encuentra en una isla del mar Rojo, frente a la costa de Jeddah.

Militarización en Bolivia

El gobierno de facto de Bolivia comandado por Jeanine Áñez militarizó la región oriental de Santa Cruz, la más azotada por el coronavirus en el país, después de que los ciudadanos no respetaran el confinamiento decretado para contener la pandemia. «Estamos en guerra, y estamos en guerra con un enemigo invisible, y como estamos en guerra, no vamos a discutir, los ciudadanos en tiempos de guerra solo obedecen», sostuvo el ministro de Desarrollo Productivo, Wilfredo Rojo. «La gente no cumple la cuarentena», lamentó la alcaldesa interina de Santa Cruz, Angélica Sosa.