El poder está en otra parte y los gobernadores lo saben. Pero no está en –como dijo el mandatario mendocino Alfredo Cornejo– la «responsabilidad simbólica» que le quiso endilgar a Alberto Fernández sino en los Ejecutivos provinciales que, a diferencia de Nación y de Chubut, no atraviesan dificultades político-financieras. Ese equilibrio fiscal y social es el que se ve en peligro ahora que Mauricio Macri echó mano a las arcas provinciales. La cancha en la que se dará esa disputa entre la Nación y las provincias es la Corte Suprema, en donde ya este lunes algunas provincias presentarán recursos de amparo.

Nunca antes durante la administración Macri había habido una medida que aglutinara en contra del gobierno nacional tan rápido a todos los mandatarios opositores, los que adscriben al Frente de Todos, pero también a Consenso Federal. La percepción de que los mandatarios compartían en off el miércoles en el Consejo Federal de Inversiones sobre la situación del gobierno nacional es que el resultado de las PASO pulverizó el poder de mando de Macri. «Excepto para echar mano a recursos que no le pertenecen». Es que el enojo también se centra en que la rebaja del IVA en los alimentos y la suba de la base imponible de Ganancias –ambos impuestos coparticipables con las provincias– no se traslada en un recupero de poder adquisitivo en los bolsillos, pero sí desfinancia a las arcas provinciales. «Hace campaña con la plata de otros», se quejó un gobernador.

La lectura que hacen en el macrismo es que desde Nación se ayudó –por orden de la Corte Suprema– a estabilizar las finanzas provinciales y a cambio los gobernadores trabajaron para el triunfo del Frente de Todos. El encargado de blanquear el enojo de Macri con los gobernadores fue el que una vez supo conducir el bloque que representaba a las provincias en el Senado: Miguel Ángel Pichetto. El ahora candidato a vice de Juntos por el Cambio criticó a los mandatarios provinciales por haber logrado estabilizar sus cuentas gracias «al gobierno nacional», al que no pertenece. También los acusó de «impolíticos» por no querer apoyar las medidas económicas en medio de la grave situación que atraviesa la población. Sin embargo, aquella muñeca hábil que caracterizó al otrora jefe de la bancada peronista en la Cámara Alta parece no tener mucha incidencia en este escenario. Es que la respuesta de Pichetto desoye la propuesta de los mandatarios, quienes dejaron en claro que no querían que se diera marcha atrás con las medidas sino una compensación fiduciaria, es decir, dinero.

El enojo de los gobernadores es en respuesta al enojo de Macri con los electorados provinciales. «Es el dueño de la pelota que ya no puede jugar más y, enojado, la pincha para que nadie juegue», graficó uno de los mandatarios más dialoguistas.

El contundente resultado de las PASO también reordenó internamente al peronismo en las provincias. Pasó desapercibido, pero Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta y candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna, dijo el miércoles: «Alberto hizo una gran elección». Es que el peronismo salteño también comenzó a reordenarse hacia adentro.

Las elecciones para gobernador de Salta se llevarán a cabo el 10 de noviembre, pero las PASO son el 6 de octubre. Ese día dos funcionarios del gobierno de Urtubey participarán de la interna del Frente de Todos. La alianza del Partido de la Victoria, el Partido Justicialista, Libres del Sur y Felicidad –alineada con el Frente de Todos a nivel nacional– definirá su candidato a gobernador entre el actual vicegobernador salteño Miguel Isa y el diputado Sergio «Oso» Leavy, que lleva de candidato a vice al exministro de Economía de Urtubey, Emiliano Estrada. Urtubey dijo que no apoya a ningún candidato en particular, una forma de poner los huevos en varias canastas.

En tanto, en Chaco, la interna se definió a favor del exjefe de Gabinete de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, luego de la visita de «El Coqui» a las oficinas de Alberto F. en la calle México y el ofrecimiento de una eventual embajada en Paraguay al actual gobernador, Domingo Peppo.

En esa nueva e impensada alineación de los gobernadores va a pescar Alberto Fernández. Desde Mendoza, a donde viajó para aportar vientos de triunfo a la candidata a gobernadora Anabel Fernandez Sagasti ante la elección provincial del 29 de septiembre, les prometió «federalizar la economía» y de «darles oportunidades de desarrollo a las regiones». También criticó a Alfredo Cornejo, el actual gobernador y presidente de la UCR, quien no concurrió al cónclave de mandatarios cambiemitas que se reunió en Olivos a la misma hora que lo hacían los peronistas en el CFI. Cornejo quiso endilgarle «responsabilidad simbólica» de lo que suceda en el país al candidato peronista y Fernández lo tildó de irresponsable.

Al encuentro de mandatarios peronistas también faltó uno, el cordobés Juan Schiaretti, que sí habló por teléfono luego con Fernández sobre su preocupación por la rebaja del IVA. Este sábado Fernández se reunió en Buenos Aires con la legisladora e hija del ex gobernador, Natalia de la Sota, con quien coincidió en «seguir tendiendo puentes». Por lo pronto, Fernández y el presidente del PJ provincial adelantaron que una de las próximas paradas prelanzamiento de la campaña electoral será otra vez la provincia de Córdoba.   «


El Frente Grande en Avellaneda

Con la presencia del intendente de Ensenada y presidente del Frente Grande a Nivel Nacional, Mario Secco; el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi; Eduardo Sigal, vicepresidente del Frente Grande; Enrique Muiños, presidente del FG en la provincia de Buenos Aires; Pedro Wasiejko, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Industria, los Servicios y Afines (FeTIA-CTA); Ariel Basteiro, Carlos Raimundi, la diputada provincial Susana González, Silvia Vilta y Rubén Pascolini, entre otros, junto a más de 300 cuadros del FG, se realizó hoy el Encuentro de Equipos Técnicos que organizó el partido en la UTN de Avellaneda. En la apertura estuvieron presentes el rector de la Universidad Metropolitana de los Trabajadores y coordinador de los equipos técnicos de Alberto Fernández, Nicolas Trotta; el rector de la Universidad Nacional de Avellaneda, Jorge Calzoni, y el decano de la UTN, Jorge De Gener. El objetivo fue realizar aportes en la construcción del Frente de Todos y en el desarrollo de políticas públicas.