La Ciudad de Buenos Aires se prepara para un pico de coronavirus en la segunda quincena de mayo, aunque en el gobierno porteño creen que los casos comenzarán a multiplicarse en la segunda mitad de abril. Señalan además que la cuarentena logró achatar la curva y eso facilitará la respuesta del sistema de salud.

Las imágenes de miles de beneficiarios de programas sociales en las puertas de los bancos junto a jubilados en las primeras horas del pasado viernes no trajeron demasiada algarabía en los funcionarios porteños. “Es un desastre”, dijo a Tiempo un legislador macrista. Aunque es imposible realizar una estimación de los daños, entiende que la medida no fue acertada.

De todas formas, la misma fuente sostiene que no cree que cambie radicalmente la curva de la pandemia y reconoce que las colas con gente esperando no son únicamente patrimonio de los bancos sino que lo mismo ocurre en farmacias o supermercados.

En el oficialismo porteño también esperan que a partir de la segunda quincena de abril se flexibilice la cuarentena y comience una apertura escalonada de los pequeños comercios de barrio, como los gastronómicos, para intentar apagar el incendio económico que azota a todo el país.

Los más complicados con el freno de actividades son los pequeños emprendimientos, que podrían levantar las cortinas en las próximas semanas si Nación habilita una cuarentena por sectores. Los locales dedicados al ocio se supone que serán los últimos en abrir.

Nación ya habilitó los desplazamientos de personas ligadas al sector de la construcción y eso representa un alivio para los más de 100 mil trabajadores que estaban parados desde mediados de marzo. Esa medida traería un poco de alivio en la Ciudad y la Provincia.

Horacio Rodríguez Larreta apoyó la idea de Nación de utilizar recursos privados para combatir la pendemia. Lo hizo a través de su ministro de Salud. “En una pandemia todo el sistema de salud tiene que ser de interés público”, comentó Fernán Quiros, exdirectivo del Hospital Italiano, el pasado jueves cuando el plan del gobierno nacional había tomado estado público.

Por el momento, la Ciudad creó una planta transitoria con 200 enfermeros y 50 médicos hasta el próximo 30 de junio y habilitó a los residentes a realizar 24 horas extras de guardia con un salario mejorado. Además, prorrogó los vencimientos de licencias de transporte.

Desde el bloque del Frente de Todos reclaman que se exima a los inmuebles asociados a actividades afectadas por la cuarentena del pago anual de ABL y del impuesto de Ingresos Brutos a los sectores más complicados por las medidas, como turismo, hotelería y gastronomía. Aún no hay respuesta del gobierno.

Larreta también cerró un acuerdo con hoteles capitalinos para que los viajeros que llegaron en las últimas semanas a la Argentina realicen allí la cuarentena obligatoria. Por el momento, ya le dieron el alta al 60% de los 2745 pasajeros que estuvieron alojados y aún quedan 1039 distribuidos en 21 hoteles.

De todas formas, el acuerdo continuará: para evitar un desborde del sistema de salud las camas de hoteles podrán ser ocupadas en un futuro por los enfermos de coronavirus que tengan síntomas más leves y no puedan realizar la cuarentena en sus hogares.