Hasta la semana pasada, pocos le conocían la cara a Fernando Mitjans, el presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA que quedó en el centro de la escena después de que se revelara, a través de la divulgación de unos audios judiciales, cómo puede llegar a funcionar ese organismo.

Después de que “arreglara” con Daniel Angelici cuántos partidos recibirían de sanción dos jugadores de Boca expulsados en un partido de vernao en 2015 y de que Javier Medín, de la Comisión Normalizadora, le pidiera que fuera benévolo con Carlos Tevez, Mitjans dejó de pasar desapercibido y tampoco lo hizo el Tribunal que preside. De hecho, Alicia López, directora del Departamento de Cumplimiento de Normas de la AFA, le solicitó por escrito a la Comisión Normalizadora que revisara todos los fallos del Tribunal de los últimos cinco años y también que se investigara el patrimonio de sus miembros. Algunos dirigentes, frente a los micrófonos, pidieron su renuncia y hasta especularon con una licencia, aunque puertas adentro nada se movió.

¿Quiénes forman parte del organismo que decide, por ejemplo, las sanciones a jugadores, estadios o clubes? Lo preside Mitjans, escribano de la Lotería Nacional de 60 años que llegó a la AFA de la mano de Mauricio Macri hace más de dos décadas. Se posicionó como el único latinoamericano en sobrevivir al escándalo de FIFA y en mantener su cargo en Zurich (es el número dos del Comité de Apelaciones). También están, entre otros, Jorge Ballestero, juez de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, Jorge Atilio Gallelli, quien trabajó para Mascardi (viejo socio de Gustavo Arribas en el fútbol), y Sergio Fernández, juez de la sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal y hermano de Javier Fernández, apuntado de ser el operador judicial del anterior gobierno nacional.

Según Elisa Carrió, entre otros, esa posición hoy la ocupa el propio Angelici, quien parece manejarse de la misma manera en Comodoro Py como en Viamonte porque, de algún modo, los nombres se repiten.

“Hablo con Sergio y con Darío…”, le responde Angelici cuando Mitjans le pide que “sus muchachos” (por los miembros del Tribunal) respalden la decisión de ceder ante el pedido del presidente de Boca. Sergio es Fernández y Darío es Richarte, quien por ese entonces formaba parte del Tribunal de Disciplina de AFA, por lo que también será investigado si es que avanza el pedido de Alicia López. El ex número dos de la SIDE delarruista dejó su cargo en el Tribunal para convertirse en vicepresidente de Boca, en la línea de sucesión del Tano en La Ribera. Además, junto a Javier Fernández está vinculado a Sergio Szpolski en el vaciamiento del extinto Grupo 23.

El escándalo de las escuchas puso sobre el tapete un entramado de arreglos y de manejos que tal vez hasta esta semana pasaban inadvertidos, a pesar de que el mundo del fútbol argentino haya admitido esta semana que casi todos actuaron como el presidente de Boca alguna vez y de que el propio Angelici haya dicho, suelto de cuerpo, que lo volvería a levantar el teléfono si fuese necesario «para defender los intereses de Boca».

El Tribunal de Disciplina quedó en evidencia y que el nombre de Angelici se repita no parece ser casual. Tampoco que haya sido una escucha suya la que se filtró y no la de otro dirigente, porque su red no se limita a la pelota y a sus negocios. Costará determinar si hubo otros poderes en juego en esta filtración de audios, que estaban a cargo de la Sala VII de la Cámara de Aplicaciones, porque, como el Tribunal de Disciplina, los entramados oscuros para funcionar bien evitan caer en el centro de la escena. «