Encabezados por el diputado y ex intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, los diputados de los bloques peronistas de la oposición presentaron un proyecto para declarar su «profunda preocupación» por la situación del Hospital de Alta Complejidad El Cruce, de Florencio Varela, luego de que los trabajadores denunciaran un recorte presupuestario del 43 por ciento. La cifra equivale a una rebaja de 1.105 millones de pesos y desde la institución advirtieron a las diferentes áreas que “deberán generar ahorros para poder llegar a fin de año”.  

«El presente proyecto de declaración tiene por objeto expresar su más profunda preocupación por la situación que está atravesando el Hospital de Alta Complejidad El Cruce, Néstor Kirchner de Florencio Varela debido a la denuncia de un recorte presupuestario del 42,9% y por los reclamos emitidos por parte de los trabajadores de dicho nosocomio», reza el proyecto que fue anunciado por los cinco bloques peronistas de la Legislatura bonaerense en un acto realizado en el anexo de la Cámara de Diputados. 

El principal orador fue Pereyra, actual titular del bloque PJ Unidad y Renovación, quien señaló que «el sistema de Salud, el sistema de Educación tienen que ver con la política de Estado». Además,el ex intendente remarcó: «desde la oposición vamos a generar ámbitos de debate sobre la salud pública». En la presentación también estuvieron la titular del bloque de diputados de Unidad Ciudadana, Florencia Saintout y el jefe del bloque del Frente Renovador, Rubén Eslaiman.
 
El proyecto de declaración expresa la preocupación «por el inminente vaciamiento de la institución y el recorte de 1.105 millones, lo que corresponde al 42,9% menos de lo proyectado». Y completa: «por disminuir la calidad de las prestaciones, dejando sin atención a pacientes que hoy no tienen otra institución sanitaria donde resolver sus dolencias, como transplantes, colocación de prótesis ortopédicas y vasculares».

Asimismo declara un «total respaldo y acompañamiento a los trabajadores quienes luchan por preservar la calidad de la salud pública, la investigación y fuentes de trabajo».

El hospital recibe el 70 por ciento de sus fondos de la nación y el 30 restante de la Provincia, y según dijeron los trabajadores la semana pasada, para  este año el centro de salud tenía proyectado un presupuesto de 2574 millones de pesos, pero la partida aprobada fue mucho menor. El jueves de la semana pasada, las autoridades del hospital reconocieron públicamente el recorte en una reunión que mantuvieron con los jefes de cada servicio.

Este martes, los legisladores  pronunciaron su respaldo a los trabajadores que este jueves a las 11 realizarán un abrazo simbólico al centro de salud con la consigna «salvemos al hospital El Cruce».

En el proyecto de declaración, los diputados de la oposición retomaron una carta escrita por médicos, enfermeros y técnicos del hospital en la que resaltaron que se trata de un centro de alta complejidad al que sólo se accede por derivación. Allí se tratan casos complejos y se prueban «tratamientos de vanguardia como trasplantes cardíacos, hepáticos (es el primer centro del país por el número de estas intervenciones), de médula ósea, renal y de córnea, neurocirugía y cirugía cardiovascular», detallan en los argumentos de la presentación. 

El Hospital El Cruce es relativamente nuevo: fue creado en 2007 y en el año 2015 fue reconocido como el cuarto de mayor nivel en toda América Latina. «La presencia de este hospital fue un hecho reivindicativo para una región del segundo cordón del conurbano sur, que ha sido históricamente postergada por las políticas públicas», señalaron los legisladores.

Su ubicación en el Cruce Varela lo convirtió en un punto clave de acceso para los distritos aledaños de Berazategui, Quilmes, Florencia Varela y Almirante Brown, distritos que componen Red Sudeste de la Región Sanitaria VI de la Provincia, que cuentan con una población cercana a los 2 millones de habitantes, de los cuales el 42% depende de la cobertura pública.

«Este hospital ofrece los servicios de alta complejidad en un territorio dónde existen otros 7 hospitales de segundo nivel o complejidad intermedia y más de 160 Centros de Atención Primaria de la Salud. Antes de su existencia las derivaciones de alta complejidad debían ser resueltas fundamentalmente en nosocomios de Ciudad de Buenos Aires o La Plata, con múltiples dificultades operativas y de disponibilidad para su resolución», destaca el proyecto.

La situación del Hospital El Cruce se suma a las deficiencias en la salud pública del gobierno de Mauricio Macri que reflejó Tiempo Argentino en su edición de papel del domingo 10 de junio en la nota «Elefantes blancos: casi listos desde 2015, hay 13 hospitales sin funcionar». Esos  centros de salud le valieron un reto a la gobernadora María Eugenia Vidal por parte del Monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, que el viernes pasado en Mar del Plata reclamó que el ajuste no lo paguen los pobres y disparó: «sin justicia social va a ser muy difícil llegar a la paz social. Construimos cárceles pero no habilitamos hospitales”. 
  
La respuesta de Vidal fue casi en simultáneo con la declaración de los legisladores: visitó por  mañana la Unidad de Diagnóstico Precoz «Doctor Horacio Argentino Dupuy», en la localidad de Garín, partido bonaerense de Escobar y al finalizar la recorrida, entregó dos ambulancias que serán utilizadas por el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), que funciona desde el año pasado en ese distrito gobernado por el kirchnerista Ariel Sujarchuk.