La misión del Fondo Monetario arriba este miércoles a la Argentina con una idea muy precisa: concluir los detalles de un acuerdo con Buenos Aires cuyos trazos más gruesos fueron esbozados por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en su encuentro en Roma, Italia, de la semana anterior. Este convenio incluirá el respaldo del Fondo a la posición argentina ante los acreedores privados.

Los representantes del FMI, encabezados por el venezolano Luis Cubeddu -aún no se confirmó la presencia del jefe de Cubeddu, Alejandro Werner- van a estar apenas dos días en la Argentina, en lo que será la misión más corta desde que se retomó la relación en 2016.

Desde Washington se dijo que «hay muchos avances en las líneas generales». Esto quiere decir que el FMI impulsa llegar a un acuerdo y descarta, al menos por ahora, la salida por la vía del default, como hizo en la crisis de 2001.

El impulso del FMI complementa los respaldos cosechados por el presidente Alberto Fernández en su reciente gira por Europa y con la declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al recibir al embajador argentino Jorge Argüello.

El acuerdo con el FMI no será anunciado de manera oficial y su firma se postergará hasta que sucedan dos cosas: por un lado, termine la purga de las filas del FMI que encaró Georgieva, y por el otro, la Argentina cierre su acuerdo con los acreedores privados.

Sobre el primer punto, la salida de David Lipton del segundo puesto del Fondo fue visto como una señal del giro que le quiere imprimir Georgieva al board del Fondo. Lipton, un estadounidense muy vinculado al Poder Ejecutivo de su país, quedó en la mira del directorio del Fondo porque fue quien presionó para que el organismo multilateral otorgara al gobierno del entonces presidente Mauricio Macri la ampliación del crédito stand by en agosto de 2018 y que entró en vigor en octubre de ese año.

Privados

La Argentina encara toda la negociación de sus deuda desde una perspectiva «market friendly», según la definió el presidente Alberto Fernández. En ese marco, el acuerdo entre el FMI y la Argentina incluiría la aceptación por parte del Fondo de una postergación de los pagos del capital y los intereses, los que serían capitalizados luego de la suspensión. Se trata de una práctica polémica conocida como anatocismo y que incluso está prohibida en algunas países ya que puede llevar a que una deuda se vuelva una exacción. A pesar de ello, el gobierno preferiría esta alternativa a ir pagando los intereses a medida que vencen.

Respecto de los privados, la administración de Fernández hizo trascender en estos días que cuenta con el respaldo del Fondo para reclamar a los acreedores una quita del capital leve, del 15%. La decisión va en contra de lo que planteó en un primer momento el gobierno, en el sentido de que se buscaba una salida a la uruguaya, es decir, sin quita. Pero sucede tras el traspié que sufrió la provincia de Buenos Aires, que no logró postergar hasta mayo el pago de un tramo del capital que venció en enero, por 270 millones de dólares.

No obstante, a valores de hoy, una quita del 15% sería un gran negocio para los acreedores de la Argentina toda vez que los bonos nominados en moneda extranjera -y que son los sometidos al canje- cotizan al 50% de su valor nominal, en promedio. La quita se hace sobre el valor nominal, con lo que el Estado argentino los tomaría al 85%.

Todas estas propuestas serán presentadas por Guzmán el miércoles en Diputados, el mismo día que llega la misión del FMI.

Nueva prueba

El gobierno nacional licitará mañana una nueva emisión de Letras del Tesoro. La importancia de este acto radica en que será un test del «humor» del mercado respecto de la negociación de la deuda pública nacional. Esta licitación se empleará para juntar los fondos con los cuales pagar el vencimiento del jueves del bono dual, por unos 95 mil millones de pesos.

José Ignacio Bano, gerente de Research de Invertir Online, le dijo a Tiempo que es optimista con el resultado de la licitación. «Creo que el gobierno va a pagar el jueves el bono dual ya que de lo contrario sería meter mucho ruido en medio de la negociación de la deuda. Hay que tener en cuenta que el 80 por ciento de ese bono está en el exterior». Para Bano, el gobierno ya juntó la plata para pagarlo. «