La historia de los trabajadores del hotel Bauen se encuentra en un punto de inflexión. El próximo 2 de diciembre debería ejecutarse la orden de desalojo de la jueza Paula Hualde, que pondría fin a la que es una de las más emblemáticas de las empresas recuperadas de la Argentina.

Sin embargo, esa orden deberá enfrentar –una vez más– la resistencia de los más de cien trabajadores de la cooperativa que gestiona el Bauen y de las otras cinco organizaciones que han hecho del Bauen su lugar de trabajo y que ofrecen desde alimentos hasta espectáculos culturales. Y, como en anteriores oportunidades, también habrá que contabilizar la multitud de organizaciones sociales, políticas, sindicales y de Derechos Humanos que ya rodearon de solidaridad al hotel antes, en otras amenazas de desalojo.

La jueza Hualde está tratando de llevar adelante la resolución de la Cámara Nacional de Apelaciones, de 2017, que planteaba el desalojo del edificio el primer lunes de diciembre de ese año; además, indicaba que la empresa Mercoteles debía indemnizar a los trabajadores con 15 millones de pesos y tomar como empleados a 50 de los cooperativistas.

«Nosotros la rechazamos», recuerda Federico Tonarelli, vicepresidente de la cooperativa. Tras un periplo judicial, que incluyó el rechazo de la Corte Suprema a un recurso de queja, el primer lunes de diciembre de 2017 se transformó en el primer lunes de diciembre de 2019, es decir, el próximo lunes 2.

«La Justicia pretende que nosotros devolvamos las instalaciones ese día a cambio de la suma de dinero. Y nosotros, así como hemos rechazado esto en 2017, lo volvimos a hacer en reiteradas oportunidades este año», agrega.

Con todo, los abogados de la cooperativa siguen aprovechando los vericuetos legales que aún dejan resquicios para nuevas iniciativas. La semana pasada presentaron un recurso en la misma Cámara de Apelaciones. Si ese recurso es rechazado,  planean volver a elevar una queja a la Corte Suprema.

En el plano legal, también tienen una ficha puesta en un proyecto de ley que declara de utilidad pública al establecimiento y ordena su expropiación, copia del que el Congreso nacional convirtió en ley y fue vetada por el presidente Mauricio Macri en 2016. El problema es que el proyecto ingresó en 2018 y si no es tratado este año perderá estado parlamentario. «Apostamos a que se vote nuevamente en el Congreso, en este sin el veto del Poder Ejecutivo», observa Tonarelli, expectante de los nuevos tiempos políticos.

Próximos días

Los trabajadores del Bauen han organizado una jornada artística, social y cultural para el lunes 2, el día en el que se produciría el desalojo.

«Se trata de una jornada de solidaridad con la cooperativa con eventos de carácter social, cultural y artístico», detalla María Eva Lossada, presidenta de la cooperativa de trabajadores del Bauen. «Ese día habrá un hotel de puertas abiertas para que todo el mundo pueda venir a solidarizarse con nosotros», agrega.

Lossada subraya que en los últimos días han recibido una oleada de solidaridad. «Ellos (por Mercoteles) tendrán toda la plata del mundo, pero nosotros tenemos el respaldo de la sociedad que nos esta acompañando desde hace años. Quienes nos acompañan entienden que lo único que queremos es trabajar dignamente», recalca.

La movida de cara al lunes 2 –junto con una cena que se hará el próximo viernes– mantienen ocupados a los miembros de la cooperativa en contraste con la situación de semipenumbra en que se encuentra el hotel desde mediados de noviembre, cuando fue clausurado por el gobierno porteño. «La policía viene a todo horario, pusieron una consigna policial. El argumento es que no puede ingresar nadie al hotel porque está clausurado, no pueden ingresar pasajeros, no podemos tener el bar abierto. Se han ensañado con nosotros. Nos quieren desmoralizar y golpear antes del desalojo», enumera Lossada.

«Lo que está claro es que el 2 de diciembre no vamos a entregar el edificio», concluye Tonarelli. «

Se reúnen empresas recuperadas de todo el país

Con distintos ejes, dirigentes políticos, sociales y sindicales y participantes de todo el país, el sábado se realizará el encuentro del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) en IMPA (Querandíes 4290), primera recuperada de la Argentina. «Queremos fortalecer los lazos construidos entre trabajadores del sector y discutir cómo llevamos adelante nuestras viejas y nuevas reivindicaciones», anticipa Eduardo «Vasco» Murúa, histórico referente del sector.

Feminismos, seguridad social, comercialización e intercambio y situación jurídica serán algunos de los temas a discutir.
También se dará a conocer un paquete de proyectos de ley a presentar al próximo congreso y propuestas para los diferentes ministerios.
El acto de cierre será a las 15:30 con la presencia de referentes políticos, sociales y sindicales. «Vamos a festejar haber sido protagonistas de la derrota de un gobierno cipayo al que combatimos desde el primer día, sufriendo golpes, cárcel y con un enorme esfuerzo para mantener vivas nuestras empresas», concluye el Vasco.