Alrededor de mil efectivos de los 19.300 agentes de la Federal que fueron traspasados a la Policía de la Ciudad no quieren dar el brazo a torcer y pretenden retornar a la fuerza nacional. La semana pasada realizaron la tercera movilización –que generó momentos de mucha tensión- para presionar al poder político y la estrategia parecería estar dando los primeros buenos resultados.

“Hace meses que estamos pidiendo una audiencia con las autoridades políticas porque la parte administrativa está agotada y la judicial trabada, pero todavía no tuvimos esa oportunidad” explicó a Tiempo Juan Mármol que tiene 16 años como policía federal y fue uno de los impulsores de la movilización del jueves pasado.

El primer reclamo callejero ocurrió el 26 de marzo cuando unos 600 ex policías federales se apostaron frente a la Casa Rosada, la Legislatura porteña y el Departamento Central de Policía. La idea era que les concedieran una entrevista con el presidente Mauricio Macri pero desde Nación les indicaron que el problema era de la Ciudad; entonces, la segunda movilización se dio el 2 de mayo en las puertas del Ministerio de Seguridad porteño en la que participaron unos 830 efectivos. En los dos primeros casos los agentes, fusionados con la Metropolitana, vestían los denominados Uniformes Nº 1, el clásico de la Federal: corbata, camisa y gorra.

En la tercera marcha, unos 400 manifestantes permanecieron formados en las inmediaciones del Ministerio de Seguridad de la Nación, en Gelly y Obes, a la espera de ser atendidos. Esta vez vestían sus Uniformes Nº 5, de combate: llevaban sus bombachas y chaquetillas. “Llegamos al lugar al mediodía y pensamos que iba ser todo muy rápido. Queríamos reiterar el pedido de audiencia, ya que me habían notificado de que debíamos seguir las conversaciones con el Ministerio de Nación, pero nos topamos con la intransigencia del subcomisario Carlos Eduardo Sirex, del cuerpo de Policía Montada de la Policía Federal que hizo bajar dos unidades de Infantería para reprimirnos”, se quejó Mármol, quien supo ostentar el cargo de Cabo Primero de la Federal y ahora fue uno de los pocos ex integrantes de la fuerza nacional que en la Policía de la Ciudad fue ascendido a Oficial Primero.

Conforme iban pasando las horas, la tensión en la calle iba en aumento: “Se desplegaron grupos de combate pero porque este subcomisario inventaba cosas. Nuestros compañeros de Infantería ya nos habían adelantado que en caso de tener la orden de reprimir iban a sacarse los cascos y dejar los escudos en el suelo”, continuó el ex efectivo de la Federal, quien señaló que como el tiempo pasaba y no se les permitía el ingreso al Ministerio “tuvimos que frenar la llegada de otros camaradas que querían estar presentes porque ahí sí íbamos a tener que cortar la calle pero no era la intención”.

Finalmente, cerca de las 19, representantes de los manifestantes fueron recibidos por el gendarme a cargo de la seguridad de la cartera que conduce Bullrich quien aceptó el escrito firmado por más de 800 ex policías federales que quieren volver a esa fuerza. Según se les notificó, el pedido de audiencia con las autoridades del Ministerio fue reingresado, se les otorgó un nuevo número de expediente y se habrían comprometido a recibir a los “rebeldes” esta semana.

“Nuestro reclamo es justo. Nos amparan todas las leyes y la Constitución. Nuestro traspaso fue compulsivo. No queremos generar un quiebre institucional. Bregamos por el reintegro a la Policía Federal dentro del paradigma de seguridad que se propone a nivel nacional: haciendo hincapié en las delegaciones del interior donde sabemos que falta personal”, concluyó Mármol. 

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