Los trabajadores del laboratorio Roux-Ocefa permanecen en la puerta de la fábrica de Villa Luro después de que la empresa anunciara 420 despidos y el cierre de la planta.

La fábrica, fundada por el francés Julián Augusto Roux, opera en el país desde el año 1935 . Sin embargo hace ya varios años que atraviesa dificultades financieras que la pusieron al borde del cierre en varias oportunidades.

En abril de 2017 y en el marco de un concurso de acreedores, la familia Roux cedió la compañía a la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales que aseguró que afrontaría la deuda de más de U$S 50 millones que pesaba sobre la firma.

Sin embargo, un año y pocos meses después, la nueva patronal decidió despedir a los 420 operarios que quedaban activos y anunciar el cierre definitivo de la planta ubicada en el barrio porteño de Villa Luro.

Los trabajadores permanecen en la puerta del establecimiento con el propósito de impedir el vaciamiento de la planta y evalúan constituirse como una cooperativa para hacerse cargo de la continuidad de la producción que incluye unos 80 productos de una amplia gama de intervenciones terapéuticas.