Miles de personas en todo el mundo salieron este viernes a la calle como parte de las huelgas climáticas globales convocadas entre este viernes 20 de septiembre y el próximo 27. A lo largo esta semana millones de personas participarán de las más de 5000 acciones que se realizarán en 156 países para exigir medidas urgentes para combatir el incremento del calentamiento global, causa principal de la emergencia climática que vive el mundo.

Las actividades se programaron con vistas a la Cumbre del Clima de la semana próxima en Nueva York. La emergencia climática es el mayor reto que enfrenta la humanidad, y sus efectos ya se perciben en todos los rincones del planeta, aunque la conciencia sobre el tema es extremadamente baja en relación con el peligro que implica. En la Argentina, por caso, el tema se encuentra tan invisibilizado que ni siquiera tiene espacio en la campaña electoral de ninguno de los partidos mayoritarios.  

Las movilizaciones de este viernes son de las más grandes de la historia y el movimiento internacional contra el cambio climático Fridays for Future (Viernes por el Futuro) toma fuerza en el camino a concientizar a los jóvenes para que puedan influir en los tomadores de decisión de cada uno de los países para que adopten medidas urgentes para detener una catástrofe medioambiental. En Nueva York, las autoridades esperan más de un millón de estudiantes de escuelas públicas, que tienen permiso para faltar a las clases para ir a la marcha, que será de las últimas del día.

La activista sueca Greta Thunberg, cara visible de estas protestas semanales, le dio el giro de llamarla huelga, así en ciudades de todo el mundo los jóvenes fueron autorizados a faltar a la escuela para sumarse al reclamo. Thunberg grabó un video exhortando a la participación en las protestas: “Todo lo que hacés, cuenta”. Por las diferencias horarias, países como Australia, Nueva Zelanda, Japón o Indonesia fueron de los primeros que marcharon por las principales ciudades.

Argentina, concentrará las protestas el próximo viernes 27 de septiembre en todas las provincias. Este viernes, la convocatoria es en Plaza de Mayo a las 16:30 para pedir la derogación del nuevo decreto sobre la importación de residuos. En Brasil, bajo la consigna “Basta de desmonte en Brasil”, más de 50 ciudades se sumaron al día del Paro Mundial Contra el Cambio Climático.

Reino Unido, Alemania, Francia, España, México iniciaron la huelga mundial y centenas de miles se lanzaron a las calles. También en las islas del océano Pacífico -como las islas Solomón, Kiribati o Vanuatu- han tenido gran repercusión, ya que debido a la suba del nivel de los océanos producto de los deshielos de los polos sienten el impacto de manera más evidente. Las ciudades más importantes de Australia juntaron masivas movilizaciones, sólo Sidney desbordó las 34 hectáreas en las que se dieron cita los manifestantes, mayormente jóvenes.

A nivel mundial, la Confederación Sindical Internacional apoyó las huelgas al igual que su brazo europeo. Por ejemplo, el Congreso de Sindicatos del Reino Unido pidió a sus 5 millones de miembros que apoyen las huelgas y el sindicato irlandés Fórsa solicitó a sus 80.000 miembros que se sumen.

En Italia, el mayor sindicato, la CGIL, que cuenta con más de cinco millones de miembros, celebrará asambleas en los lugares de trabajo el próximo 27 de septiembre y la federación sindical sudafricana, con 800.000 miembros, se unirá a la huelga. Por otro lado, más de 600 profesionales de la medicina firmaron una justificación de ausencia médica para excusar a los estudiantes de la clase, debido a los efectos adversos del cambio climático en la salud.

En la sede central de Amazon, en Seattle, más de 900 empleados se retirarán por la «falta de acción climática de sus empleadores» y los trabajadores de Google y Microsoft también se unirán a las huelgas.

En España, la huelga, apoyada por Alianza por el Clima tiene el respaldo de más de 300 organizaciones y Fridays For Future convocó a 179 huelgas en todo el país.

Durante la Cumbre de Acción Climática de la ONU el 23 de septiembre, los activistas en Washington D.C. planean paralizar la ciudad mediante el bloqueo de infraestructuras claves. Por su parte la ONU advirtió: que «el cambio climático amenaza claramente la paz y la seguridad internacionales. Los desastres naturales desplazan tres veces más personas que los conflictos. La salinización del agua y los cultivos pone en peligro la seguridad alimentaria. Tiene un efecto cada vez mayor en la salud pública. Las crecientes tensiones sobre los recursos y los desplazamientos de población afectan ya a todos los países».