Se está volviendo una trágica costumbre: un miembro de alguna fuerza de seguridad arremete a tiros contra un auto en el que viajan, por lo general, jóvenes que tuvieron la pésima suerte de cruzarse en el camino. Esta vez, fue un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que, arengado por un incidente de tránsito menor, baleó la parte trasera de un vehículo, dejando al padre de una beba de cinco meses –que al momento de recibir el disparo la llevaba en brazos– luchando por su vida en un hospital.

La PSA resolvió este lunes separar de su cargo al oficial Gabriel Adrián Gerber, de 41 años, quien permanece detenido por balear a Santiago Ariel Espada, de 23 años, luego que el auto en el que viajaba el joven rosara al del policía, en Villa Luzuriaga.

A través de un comunicado, el organismo afirmó que «está a total disposición de la Justicia para aportar los datos que se requieran». También dispuso la apertura de una investigación interna para «determinar los hechos» protagonizados por Gerber, quien prestaba servicio como custodio del subdirector de la PSA, Alfredo Gallardo.

De acuerdo al descargo que realizó en su página de Facebook Matías Ferreyra, el conductor del Fiat Uno negro donde viajaba Espada, el viernes, alrededor de las 23.30, circulaban por la avenida Monseñor Bufano (ex Camino de Cintura), cuando a la altura del cruce con Venezuela, rozaron el Fiat Punto manejado por Gerber. “Nos empezó a disparar. Tres tiros impactaron en la luneta. Uno de los proyectiles le da a mi amigo que iba en el asiento de atrás. Freno porque mi amigo me grita que le pegaron un tiro. Bajamos del auto y este sujeto nos seguía apuntando con una pistola. Le preguntamos quién era él para dispararnos y dijo que era policía”, detalló el testigo.

Uno de los disparos del oficial (las pericias contabilizaron cuatro) ingresó en el omóplato izquierdo de Espada, le perforó un pulmón y salió por el pecho. “Al ver a las criaturas se asustó y trató de calmarnos. Mis amigos llevaron a Santiago al Hospital de Morón y mi pareja y yo, con mi hijo de dos años, nos quedamos tratando de que el hombre no se vaya”, contó una de las testigos que viajaban en el auto baleado (en total eran seis adultos y dos menores).

Gerber siguió a los familiares y amigos del herido hasta el hospital donde los siguió amenazando. Después se fue del lugar, pero a las pocas cuadras quedó detenido por «tentativa de homicidio». En las próximas horas será indagado por el fiscal Fernando Quiroga, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 11 de La Matanza.

Espada, en tanto, continúa internado en terapia intensiva y su estado es delicado.