Más de uno de cada tres casos diagnosticados con coronavirus en la última semana residían fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires. Hace un mes, era uno de cada seis. La pandemia se expande aceleradamente en el interior del país, dibujando curvas «europeas» y dejando en evidencia la falta de previsión de las distintas jurisdicciones. La rapidez con que se ocupan las camas de terapia intensiva así lo refleja. Hace un mes, el 80% de las camas críticas con pacientes Covid estaba en el AMBA. El viernes, la relación era 55-45 por ciento. ¿Qué falló y qué puede hacerse ahora?

El sábado 8 de agosto, el Ministerio de Salud de la Nación informó que de las 1293 camas de terapia intensivas ocupadas por pacientes con SARS-CoV-2, solo 252 eran internados del resto del país. Ayer, cinco semanas después, el número había aumentado cinco veces y media. Los pacientes críticos fuera del AMBA son 1386 (más que el total nacional de hace un mes).

Córdoba ya tiene un 12,5% de los internados con Covid de todo el país. Pero, por el momento, su sistema de salud puede absorberlo. El problema es más grave en las provincias de Río Negro (donde la ocupación de camas está al 83%), Neuquén (81%), Salta (78%) y Tucumán (77%). Pero si se hace un análisis más detallado, hay ciudades en esas provincias que casi no cuentan con camas o ya no tienen ninguna disponible.Y otras, por fuera de esas provincias (y con más presupuesto) que tampoco dan abasto, como Rosario, Mendoza o San Salvador de Jujuy.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación explican que, a pesar de las advertencias, muchas jurisdicciones apostaron a evitar el ingreso del virus. Cerraron fronteras, testearon las migraciones obligadas. Pero un test negativo no da garantías y, en plena pandemia, era inevitable que hubiera filtraciones. El relajamiento de las medidas de prevención y de distanciamiento hizo lo que faltaba: una vez que el virus estuvo circulando dentro del distrito, su expansión fue aún más rápida que en el AMBA.

Por eso varias provincias comienzan a endurecer las medidas y reducir la movilidad de las personas. Por el momento, la única manera de frenar el avance del virus es con mayor distanciamiento.

¿Y ahora?

Esta semana se diagnosticaron en promedio unos 3914 casos de coronavirus de residentes fuera de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Eso representa un incremento de un 31% respecto de la semana anterior y un 273% respecto de la misma semana de agosto. Ese aumento es el que hoy mantiene hacia arriba la curva nacional, ya que los casos del AMBA esta semana experimentaron una leve caída de un 5% respecto de los siete días anteriores.

Lo mismo ocurre con la tasa de positividad, que refleja la cantidad de personas diagnosticadas con Covid-19 sobre el total de tests realizados. La media nacional desde el inicio de la pandemia viene aumentando sostenidamente y hoy se encuentra en 39 por ciento. Hasta aquí, elevaba las cifras el AMBA, pero ahora la situación se revirtió. El viernes, la tasa de positividad del resto del país fue de 52,6 por ciento.

Esta semana, luego del Consejo Federal de Salud del que participaron los ministros de todo el país, se decidió avanzar en reuniones virtuales regionales para coordinar estrategias de atención y también de derivación.

“La situación todavía no explotó y estamos a tiempo de encaminar el rumbo de los equipos de trabajo que avanzaban en otra línea”, aseguran desde la cartera sanitaria nacional. “Esto podría haber sido lo que vimos en Europa, pero los sistemas habían llegado a expandirse. El dato no es el número de contagios totales, como ahora usan algunos para comparar y cuestionar la estrategia nacional, sino evitar que los casos activos se disparen, así todos pueden ser atendidos”, explican.  «

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Ciudad: circula más de lo que se registra

El coronavirus circula en la Ciudad más de lo que muestran las cifras diarias de contagios difundidas por el Ministerio de Salud. En la última semana hubo un promedio de 2278 casos diagnosticados en la Capital, pero solo la mitad figura como infectados porteños en el Sistema Nacional de Información Sanitaria (SISA). Los otros se suman a la Provincia de Buenos Aires y representan alrededor de un 20% de los casos bonaerenses.

Ocurre que los centros de salud porteños atienden a muchos bonaerenses, y que casi la mitad de los empleos en la Ciudad son ocupados por residentes en el Conurbano. Aquí pasan buena parte del día, se contagian y también contagian. Por eso, los epidemiólogos insisten en analizar al AMBA de manera conjunta.

“En términos generales, hace siete u ocho semanas que estamos en amesetamiento con casos altos”, describe el subsecretario de Atención Primaria de la Ciudad, Gabriel Battistella. En los hechos, la curva de residentes muestra oscilaciones en ese período que van de los 1000 casos diarios a mediados de julio a picos de 1400 hace unos días. El promedio de la última semana muestra una tendencia decreciente (1154) que esperanza, pero si se amplía el cuadro a todos los diagnósticos, se ve que los no residentes aumentan. A principios de julio, cuando el promedio diario de residentes rondaba los 860 casos, los no residentes estaban en 390 (el 31 por ciento). Hoy, con casi el doble de casos totales detectados, la distribución es 50 y 50.

“La amplitud de testeo de la Ciudad es lo que hace que aumente la cantidad de positivos no residentes. En los operativos Detectar, antes el 95% era del barrio. Hoy, de los tests realizados en la 1-11-14, un 37% es de Provincia. Como saben que se testea, vienen”, argumenta Battistella.

Otro dato que aporta el funcionario para explicar que los números no bajen es que cada vez hay más diagnóstico de asintomáticos. “Entre 20 y 30% de los casos diarios; ahora los identificamos porque ya tenemos protocolo de testear a todos los contactos estrechos”, añade. La curva de ocupación de camas, dice «entró en descenso lento. A principios de agosto, cuando tuvimos el pico importante, teníamos cerca del 70% de ocupación en terapia en el sector público. Y ahora estamos en 59%”.

Battistella reconoce que las imágenes de bares colmados no gustaron, pero entiende que, como pasó con los «runners», “con los días y más controles, las cosas se van acomodando”. “Lo que nosotros estábamos viendo es que los contagios se daban por situaciones sociales en un domicilio, y eso es ingobernable. Preferimos que si está esa necesidad, que se lo haga al aire libre y con la mirada social de presión ante los demás”, agrega. ¿Habrá nuevas flexibilizaciones? «Con estos números, todo lo que sea en lugar cerrado, ni loco. Pero se buscarán más aperturas en espacios abiertos”.

TESTEOS A ASINTOMÁTICOS

El gobierno porteño seguirá ampliando la estrategia de testeos a personas asintomáticas. La semana que viene anunciará nuevos espacios para que los vecinos que sean contactos estrechos de casos positivos puedan presentarse espontáneamente para testearse, aunque no tengan síntomas.