El patriarcado hizo que durante estos cien años de radio en la Argentina las mujeres que trabajamos en el medio siempre fueramos minoría y, en la mayoría de los casos, nos postergaran a roles secundarios o estereotipados. Eso afortunadamente está cambiando, aunque en forma más lenta de lo que nos gustaría. Cuando fundamos Futuröck, en julio de 2016, apostamos por una grilla de mayor equidad y creamos una identidad diferente para lo que se espera en una típica FM: sumamos temas de género, política, lenguaje inclusivo y humor, pero sin caer en los chistes preadolescentes que marcaron y todavía marcan a muchas radios mainstream. También generamos formas nuevas de financiamiento, a partir de nuestra comunidad de socios, que nos permite ser un medio independiente, algo que no abunda.

La radio cambió en cuanto a sus dispositivos para escucharla, las plataformas de emisión y ciertos códigos de época. Pero se sigue sosteniendo en la magia que genera, en cierta proximidad que la distingue de otros medios. A menudo nos preguntan cuándo vamos a poner cámaras en Futuröck para que la gente pueda ver cómo hacemos los programas. Muchas otras emisoras lo hacen y los resultados en términos de audiencia no parecen malos. Pero a nosotros nos generan muchos reparos. Nosotros seguimos apostando a la magia original del medio.

Logramos una llegada importante desde la independencia y sin una antena de largo alcance como la de las emisoras tradicionales. Queremos seguir creciendo y ganando protagonismo en los próximos 100 años de la radio. «