Las cifras récord de contagios por Covid-19 y las nuevas restricciones tienen impacto en la comunidad educativa de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Con la llegada de la segunda ola, también se reavivó el debate sobre mantener las escuelas abiertas. Por el momento, tanto el gobierno nacional como el resto de las jurisdicciones ratificaron la “presencialidad cuidada”, pero un gran número de familias y gremios se oponen.

La semana pasada, los ministros y ministras de Educación de todo el país confirmaron la continuidad de la educación presencial al considerar que las aulas no son un foco de contagios. Según datos oficiales, el índice es del 0,12% sobre el total del alumnado matriculado y un 0,79 % entre docentes y personal auxiliar. Sin embargo, los gremios de la Ciudad sostienen que no se atiende el problema del transporte público ni se avanza con la vacunación. Según cifras difundidas por la Unión de Trabajadores de la Educación, durante el primer mes de clases en CABA se registraron más de 1200 contagios en la comunidad educativa y el aislamiento de 494 burbujas que impactó en más de 7200 docentes y estudiantes. Ante este panorama, piden la vacunación masiva del personal y la suspensión de la presencialidad donde no estén garantizados los cuidados.

Por su parte, Ademys realizará un paro el miércoles 14 para reclamar el regreso a la virtualidad. “Los protocolos no han dado resultado. Son impracticables en la mayoría de las escuelas y el otro gran tema es la baja vacunación. Es necesario un aislamiento preventivo hasta que sea masiva y ahí, volver a la presencialidad. En la Ciudad estaríamos en un 10% de personal docente y auxiliares inmunizados, es muy poco”, le dijo la secretaria general del sindicato, Mariana Scayola, a Tiempo Argentino

Desde el colectivo Familias por un Retorno Seguro, Fabia Pannelli sostuvo que se sienten “abrumados por la negación de lo que está pasando”. “La comunidad educativa es una de las que más personas mueve. Dicen que no tienen registro de que en las escuelas haya contagios, es mentira. Además, a esta altura ya no importa dónde suceden los contagios, lo que importa es reducir la movilidad, importa que circulemos menos y esto implica muchísima gente circulando. Es contradictorio. Nos piden que no nos reunamos, pero tienen a 15 pibes adentro de un aula”, le dijo la madre a este diario.

Desde una postura diferente, el colectivo Padres Organizados pidió mantener la apertura al considerar que el cierre de las escuelas tiene un “beneficio epidemiológico marginal”. La investigadora y referente de la organización, María José Navajas, consideró que no es momento para cambiar el esquema porque la ocupación de camas en el sistema público de la Ciudad es del 48%. «Sostenemos que en un caso de mucha expansión de los casos se deberían hacer cierres puntuales como estrategia de último recurso y con un tiempo acotado, como para que los chicos puedan tener un horizonte de regreso a clase cierto. Que no se repita la experiencia del año pasado, que no se sabía cuándo se volvía a abrir. Entendemos que un cierre debería ser dejando una posibilidad de servicio mínimo para atender a los chicos que son hijos de padres trabajadores esenciales y de los más vulnerables. Eso se está haciendo en Inglaterra o Alemania”, explicó.

En la provincia de Buenos Aires, el Frente de Unidad Docente Bonaerense se reunirá el lunes con representantes del Ministerio de Salud y de la Dirección General de Escuelas para plantear su preocupación ante la situación epidemiológica. La secretaria gremial de Suteba, María Laura Torre, planteó que se deben analizar mayores restricciones en las ciudades con altos índices. “Hay una presencialidad absolutamente cuidada. El problema es qué pasa afuera: ¿qué pasa con la circulación del virus y de las personas? En determinados distritos hay una situación con el transporte que es muy compleja porque no está el mismo protocolo que el año pasado. Hoy hay una apertura totalmente diferente. El problema se resuelve con poner más unidades. Es un tema a discutir. Hay otras variables, como las camas o cantidad de gente aislada. Tiene que haber una responsabilidad del Estado y de la sociedad. Los contagios no se dan en la escuela. No estamos discutiendo educación, estamos discutiendo pandemia”, le dijo Torre a este medio. También pedirán continuar con el plan de vacunación que en Provincia, a diferencia de la Ciudad, ya superó el 50 por ciento.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Omar Tabacco, aconsejó sostener la presencialidad. Afirmó que “los aumentos no son responsabilidad de la escuela”. “Lo que pasa adentro es el reflejo del afuera: si aumentan las cifras comunitarias, va a haber casos. Lo que pasa en las aulas no es un factor de riesgo. Si administramos bien el transporte, si en la entrada y salida los padres y madres no se quedan haciendo tertulias, no es un riesgo. Tenemos que hacer el esfuerzo los adultos para generar que los chicos puedan seguir en las escuelas por la educación y por la salud, adentro están más seguros”, le dijo a este diario.