«La lucha no ha sido en vano. Vale la pena luchar y vamos a tener por fin un juicio», dice Graciela Ledo, la hermana de Alberto Ledo, el soldado conscripto desaparecido en Tucumán, en junio de 1976, cuando cumplía con el servicio militar obligatorio en pleno Operativo Independencia. Ese juicio, que celebra la hija de la Madre de Plaza de Mayo de La Rioja, Marcela Ledo, comenzará el 16 de mayo y será el primer debate oral en el que será juzgado el exjefe del Ejército César Milani. «Tenemos una gran expectativa de que se haga justicia después de 43 años», dice la mujer, que adelanta que espera una condena «ejemplar» y que en el debate pedirán al tribunal que se condene como coautor del homicidio y desaparición al exjefe militar que llega acusado por encubrimiento.

El inicio del juicio fue confirmado a finales del mes pasado y se llevará a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán. Está conformado por Gabriel Casas, Carlos Jimena Montilla y Jorge Abelardo Basbus. La querella la impulsará la abogada Viviana Reynoso en representación de Marcela y Graciela Ledo, la madre y la hermana del estudiante de Historia Alberto Agapito Ledo, desaparecido en la localidad tucumana de Monteros, el 17 de junio de 1976, cuando hacía la colimba en el Batallón de Ingenieros de la Construcción 141 de La Rioja, asignado a la Zona de Operaciones de Tucumán.

En el debate será juzgado el general retirado César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani por encubrimiento y falsedad ideológica. Está acusado de falsificar el acta de deserción con que se encubrió la desaparición de Ledo. Llegará al juicio mientras cumple prisión preventiva en Campo de Mayo, desde donde participará del debate por videoconferencia. El otro acusado es el excapitán del Ejército, Esteban Sanguinetti, acusado de privación ilegítima de la libertad y homicidio calificado.

«Se hizo realidad algo por lo que siempre luchamos, que es tener la posibilidad de ver condenados a los responsables de la desaparición de mi hermano», analiza Graciela en esta entrevista con Tiempo. Advierte que el debate se hará con ausencia de otros responsables y repasa la lucha por llevar a la Justicia a un hombre «poderoso e influyente» como lo fue el jefe del Estado Mayor General del Ejército desde el 3 de julio de 2013 hasta el 24 de junio de 2015.

–¿Cómo fue el camino de 43 años para llegar al juicio?

–Nos ha tocado luchar tantos años sin saber nada, sin saber quiénes habían sido los responsables. Esa lucha en el año 2013 se hizo mucho más difícil porque nos enfrentamos a que uno de los responsables era el jefe del Ejército. Una persona poderosa e influyente, del área de Inteligencia militar, donde llegó a ser jefe. Además fue apoyado y puesto en ese lugar por un gobierno que nos había generado mucha esperanza y mucha expectativa. Fue el que dio el impulso a los juicios de lesa humanidad que ya se estaban realizando. Nos tocó luchar y esto generó muchas divisiones. Ha sido una lucha muy desigual la nuestra. Nos hemos enfrentado a la indiferencia, nos hemos enfrentado a estar muy solas.

–¿Qué expectativa le genera la inminencia del debate?

–Lo que espero es que los jueces del tribunal evalúen los testimonios, los hechos y las pruebas, y que los condenen con penas correspondientes a la gravedad de los hechos. Y que sea con prisión efectiva y en cárcel común, como pedimos para todos los genocidas. Queremos una condena ejemplar. Queremos que la memoria, la verdad y la justicia, por la que tanto hemos luchado, sirva de ejemplo para todos los familiares, para todos los organismos, para todo el pueblo, para decir que la lucha no ha sido en vano, que vale la pena luchar.

–¿Qué responsabilidad tuvo cada uno en la desaparición de su hermano?

–Hay que decir que a algunos de los responsables los alcanzó la impunidad biológica: el general Benjamín Menéndez, el general Antonio Bussi, el jefe del Ejército de La Rioja, el coronel Osvaldo Pérez Bataglia, ya se murieron y eran responsables. A otros no se los alcanzó a procesar porque la justicia federal de Tucumán no tuvo una buena actuación. Tanto el fiscal Carlos Brito como el juez Daniel Bejas, que fue el primero que tuvo en sus manos la investigación, no siguieron algunas líneas. Entonces sólo llegamos con dos responsables cuando deberíamos tener muchos más. Y Milani llega a juicio por delitos muy simples, como es el encubrimiento y la falsificación de documento público.

–No están conformes con esa acusación…

–Habíamos pedido la aplicación de un delito mayor para Milani. Entendíamos que era así por los testimonios, pero Brito y Bejas no siguieron las indicaciones de la Cámara de Apelaciones, que había dicho que siguieran otras líneas de investigación. Cuando tomó la causa (el juez federal N°2, Fernando) Poviña pidió la indagatoria de Milani y lo procesó por los delitos que había pedido el fiscal. Por eso llegamos así a esta instancia. Esperamos que los jueces del Tribunal Oral consideren esta otra posibilidad y, de acuerdo a los testimonios y demás pruebas, puedan realizar el juicio y condenar por un delito mayor a Milani. Sanguinetti está procesado por el delito mayor.

¿Qué responsabilidad le asignan a Milani?

–Consideramos que fue coautor (de privación ilegal de la libertad y homicidio) por la función que él tenía. Lo tenía a Alberto de asistente y por otras pruebas más. Consideramos que es coautor con Sanguinetti por la desaparición de mi hermano. Y en el juicio vamos a pedir que lo condenen por eso. Vamos a insistir. «