Secretario General de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro desde su fundación, en 2008, e integrante de la comisión directiva de la CTA Capital que reclamó que Horacio Rodríguez Larreta retroceda a la fase 2 de cuarentena, Roberto Pianelli reclama comités de seguridad e higiene con poder de retener tareas por incumplimiento de los protocolos en el subterráneo.

–¿Qué problemas plantea la flexibilización de la cuarentena?

–El transporte es uno de los lugares con mayor perspectiva de contagio. Hay que ser mucho más riguroso con las medidas. Ciudad hace más de 20 días que comenzó la flexibilización, pero hay controles en sólo ocho estaciones de un total de cincuenta.

–¿Hay un protocolo acordado y aprobado?

–Solicitamos la conformación urgente de un comité paritario de higiene y seguridad para ver protocolos específicos sector por sector. Los nuestros se basan en el que, junto a la CTA, ya le entregamos a Alberto Fernández. Argentina es el único país en América Latina que no tiene institucionalizados esos comités.

–¿Si se violara el protocolo tomarían medidas?

–Es la potestad que tienen esos comités. Sirven para ponerse de acuerdo y, si se incumplen, hacer retención de las tareas que ponen en riesgo la salud.

–¿Cómo ve la flexibilidad de la cuarentena en el pico de contagios?

–El gobierno nacional la viene manejando muy bien. La apertura que se hizo en CABA aumentó cualitativamente la cantidad de infectados. Por eso desde la CTA Capital pedimos que se vuelva atrás. No queremos vivir en cuarentena pero nos parece que la levantada tiene que ir con medidas que impidan el desarrollo del virus. Hubo una actitud negligente que generó un contagio veloz y masivo en los barrios populares.

–Lo que hace Rodríguez Larreta es con aval de la Jefatura de Gabinete. ¿El mensaje de volver atrás está dirigido al jefe de Gobierno porteño o al gobierno nacional?

–Principalmente a la Ciudad porque es la que implementa las medidas. A Alberto Fernández le mostré fotos de trenes con gente parada. Dijo que iba a hablar con Rodríguez Larreta porque había dicho que nadie viaja parado en el subte.

–¿Es correcta la política del gobierno para el mercado de trabajo? ¿Qué le produce ver que los empleados y hasta el CEO de Techint cobren ATP de $33 mil?

–La política es acertadísima. En dos meses la ayuda llegó a 7 millones de personas que no estaban registradas. El plan de subsidios para mantener empleos evitando quiebras ha sido de lo más extendido. Es uno de los planes más ambiciosos desde el punto de vista distributivo. Reivindicamos esa política. En ese marco absolutamente correcto, que contrasta con los países vecinos donde todo vale, hay cosas que se podrían mejorar. Hay 125 empresas que se han colado y que no necesitan ATP.

–¿No debieron aplicar los mecanismos de los preventivos de crisis que exigen presentar balances?

–Se pusieron varios requisitos. Yo hubiera mantenido la reserva del Estado para determinar cuáles calificaban. Fue un error político abrirlo de esta manera.

–La conducción de la CGT dice que el acuerdo con la UIA pone un piso para las rebajas salariales. ¿Es así o representa un aval para suspender y reducir salarios?

–Somos uno de los sindicatos que hicimos público que no estamos de acuerdo y que no vamos a aceptar ninguna rebaja. Reivindicamos el derecho de toda organización sindical a que, según la relación de fuerzas, haga negociaciones que impliquen retroceder en conquistas. Pero a un mes de iniciada la pandemia, ese marco es absolutamente equivocado. Habría que haber mantenido la lógica del primer decreto del gobierno que impedía bajar salarios y después discutir caso por caso. Si el primer mes ya discutimos bajar un 25 por ciento, ¿qué nos queda para más adelante?

–¿Y por qué el gobierno lo homologó?

–Porque es un acuerdo planteado entre la UIA y la mayoría de la CGT. Si no lo homologa se acaba la libertad de negociación. No puede ponerse por encima. Si lo hubiera decretado el gobierno sería distinto.

–La inflación de este año se va a acercar al 50%. ¿Hay lugar para las paritarias?

–No vemos que para ningún gremio sea buen momento para firmar paritarias. Pero no nos resignamos a que bajen los salarios por la vía de la inflación. No tenemos apuro inmediato pero, si se descontrolan los precios, reivindicamos el derecho de salir a pedir actualización y controles de precios.