«En los últimos años y por diferentes motivos habíamos empezado a adaptar canciones del rock argentino al formato de quinteto de tango para tocar en algunas ocasiones. Debido a que la experiencia resultó muy buena, el paso siguiente fue encarar los arreglos para una formación ampliada de orquesta de cámara.»

El guitarrista, compositor y director Julián Hermida es quien lleva adelante este desafío de tomar obras fundamentales del rock vernáculo y llevarlas a un formato orquestal mediante arreglos que las acercan a una sonoridad tanguera.

Recientemente publicó el álbum Los 40 de Serú, en el que adapta a este formato composiciones de Charly García como «Seminare», «Desarma y sangra», «Peperina» y «Canción de Alicia», entre otras.  De él que participan como cantantes invitados Cóndor Sbarbati (de Bersuit Vergarabat), Manu Moretti (de Estelares), Walter «Chino» Laborde, Alicia Vignola y Victoria Di Raimondo.

Este viernes 8 se presentará en Café Vinilo «Rock de Batuta» el primero de una serie de conciertos donde se escucharán diferentes clásicos del rock nacional interpretados por cantantes solistas de diferentes géneros y una orquesta integrada por cuerdas, piano y bandoneón.

«Estos conciertos nos permiten llevar adelante exploraciones musicales. Son encuentros en los que una pequeña orquesta en un escenario presenta arreglos de temas de nuestro rock con cantantes y músicos invitados. La motivación que tienen tanto los músicos como los cantantes (Lorena Astudillo, Alicia Vignola, Esteban Riera, Juanjo Hermida, Bernardo Monk y Georgina Orellano) es la de llevar adelante un proyecto colectivo. De esta forma es como grabamos el disco», apunta Hermida.

– ¿Cómo surgió la idea de adaptar canciones de Serú Girán a un formato de orquesta de cámara?

– El año pasado, charlando con un músico amigo, caímos en la cuenta de que se cumplían los cuarenta años de la formación de este grupo. Y esta resultó una muy buena motivación para grabar un disco con algunos de sus temas en un formato orquestal y, en especial, una excusa para trabajar sobre la música de Charly García del que fue tal vez el período más brillante de su labor como compositor.

– En el disco se respira una atmósfera tanguera en los arreglos. ¿Qué riesgos musicales implica pasar de un género a otro?

– La formación condiciona el sonido que termina siendo tanguero porque predominan las cuerdas y el bandoneón. Lo que ocurre en algunos casos es que, como en el tango se caracteriza por marcatos, síncopas y ritmos muy definidos, los resultados de este tipo de adaptaciones pueden llegar a sonar forzadas. Lo que tratamos de conseguir con los arreglos es que la música de Charly sonara tanguera aunque el tango en sí no esté. Piazzolla no utilizó elementos rítmicos tradicionales que caracterizan al tango pero sí trabajó con materiales tímbricos que son usuales en el género. Si uno pretende adaptar temas de rock, como en este caso de Serú Girán, y le agrega síncopas por todos lados, el resultado va a sonar forzado.

– ¿De qué manera encararon los arreglos?

– Lo que hicimos fue escribirlos basados en la formación instrumental con la que trabajamos asiduamente, que está integrada por músicos que tocan tango. Por lo tanto, hay una pulsión sonora que inevitablemente va a sonar tanguera.

– En muchos casos, las composiciones de García de ese período tenían una estética muy urbana, pese a que a veces estos elementos pasaban un poco inadvertidos.

– Es así. Mucha de la música que compuso Charly en ese período tenía un espíritu del género y un sonido identificado con lo urbano. En el caso de «Cinema verité», más que arreglos lo que hicimos fue una adaptación, porque todos los elementos estaban implícitos en la partitura. Lo único que hicimos fue repartir las secciones tímbricas que se iban a ocupar de cada elemento del tema. En la formación de un cuarteto de rock como la que tenía Serú, estas características pueden pasar inadvertidas. «Viernes 3 AM» y «Eiti Leda» son tal vez las únicas canciones que seleccionamos que están ejecutadas con un estilo tanguero evidente debido a su marcación rítmica. Y algo parecido ocurre en la introducción de «A los jóvenes de ayer», que tiene una marcación piazzolliana, pero que ya está presente en esa composición de Charly.

– Este tema tiene todas las características de un tango.

– Es cierto lo que comentás. Toda la introducción de este tema es reflejo de lo que está presente en la partitura. No alteramos ninguna nota ya que todo el arreglo estaba ahí, lo que habla de la calidad como compositor que tenía Charly en ese período. Algo similar ocurre, por ejemplo, con Luis Alberto Spinetta. Hace poco subimos a You Tube una versión de «Cantata de puentes amarillos» que hicimos con la orquesta. El tema  original, que apareció en el disco «Artaud», el Flaco lo grabó solo con una guitarra acústica. Cuando hicimos los arreglos se transformó en una obra que dura nueve minutos, integrada por varias secciones todas distintas entre sí, lo que muestra el valor que tiene esta composición. Su transcripción a una sonoridad distinta, como es la de una orquesta, permite apreciar a este tema desde un lugar diferente y saca a la luz la riqueza de la canción.

– ¿Este trabajo es un incentivo para que sigan incursionando en este tipo de experiencias?

– Creo que este tipo de aventuras nos permite redescubrir la riqueza que tiene nuestro rock, sobre todo el que se creó en la primera época. Todo ese material «reinstrumentado» nos puede dar una visión del nivel de la música que creaban artistas como Charly o Spinetta, entre muchos otros. Y nos sirve también para reconocer la calidad de muchos creadores que tiene el género desde que surgió hace ya cincuenta años.

«Rock de Batuta». Julián Hermida, orquesta y cantantes invitados se presenta el Viernes 8, a las 21.30. Café Vinilo. Gorriti 3780. CABA.