El baterista y pionero del rock argentino Rodolfo García sufrió un ACV ayer y fue internado en el Hospital Tornú. El músico de 74 años presenta un estado irreversible de muerte cerebral, según confirmó su familia.

García es reconocido por su participación en Almendra, Aquelarre y Los Amigo, entre otros proyectos. Su amistad con Lusi Alberto Spinetta se forjó desde los 13 años en el barrio, en la frontera entre Núñez y Belgrano.

“Me llamó la atención lo detallista que era. Nos enseñó a todos a sentir distinto lo que hacíamos, a enamorarnos de las canciones. Todo lo hicimos sin pensar la importancia que iba a tener para la historia de la música nacional. Sólo queríamos tocar. Pero terminamos cambiando la vida de muchos. Creo que ahí aportamos para una sociedad mejor, desde el arte”, explicó en una entrevista con Tiempo.

Su primer instrumento fue el acordeón, pero Rodolfo quería hacer temas de Little Richard o Bill Halley y sonaba espantoso, entonces con las manos sobre la mesa empezó a seguir el ritmo. Hasta que llego el primer tambor, con parche de cuero. Y luego unos platillos y la primer batería de segunda mano que le consiguió la madre. “Los de nuestra época somos todos autodidactas, sobre todo los bateros. Moro, Black Amaya, porque si ibas a estudiar y le decías que querías hacer algo de los Beatles te miraban raro”, rememoraba.

Luego de tocar en Aquelarre, formó parte de Tantor, colaboró con Litto Nebbia en Nebbia’s Band, con Víctor Heredia, con Pedro y Pablo y, más cerca en el tiempo, nuevamente con Spinetta en su último disco solista. También formó su propia banda, La Barraca, en 1989.

Su compromiso con la cultura argentina lo llevó a ser nombrado director nacional de Artes bajo la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, en 2014.