A partir de esta semana, se suman nuevas actividades habilitadas para funcionar durante la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como parte de un plan de apertura escalonada en la Ciudad y provincia de Buenos Aires.

A partir de este lunes, en la Ciudad los contadores y abogados podrán volver a trabajar, mientras que se ampliará la salida de los menores de 16 años podrán a todos los días de la semana.

Los niños y niñas podrán salir una hora cada día, entre las 10 y las 18 y siempre acompañados por un mayor. En este marco, el gobierno porteño volvió a abrir algunas plazas y parques, aunque las zonas de juegos continúan cerradas.

También desde hoy podrán volver a trabajar los abogados de manera presencial y los contadores, quienes podrán atender una vez por semana. Las galerías de arte también retornan con turno previo.

De acuerdo al cronograma gradual de puesta en marcha de actividades dispuesto por el Gobierno porteño, a partir del miércoles 29 de julio quedarán habilitadas peluquerías, salas de depilación, manicuría y pedicuría. También podrán retornar psicólogos, terapistas ocupacionales y actuarios, entre otras profesiones.

En el Conurbano bonaerense, 38 distritos reabren nuevas actividades, entre ellas peluquerías, mudanzas, servicios jurídicos y contaduría.

El lunes 20 comenzaron a funcionar industrias manufactureras y el miércoles 22 fue el turno de los comercios de cercanía y de las agencias de juego oficiales.

A partir de este lunes, quedan habilitadas las peluquerías, las mudanzas, las actividades de servicios jurídicos y contaduría, y las de mantenimiento del hogar.

Días atrás, el Ministerio de Trabajo bonaerense aprobó el «Protocolo de Recomendaciones Prácticas para la Actividad de Peluquería», aplicable en la emergencia sanitaria.

Entre otras cuestiones establece el funcionamiento con sistema de turnos previo exclusivamente y horarios escalonados de trabajo, así como normas específicas para la prestación de servicios, recepción y acceso de clientes, higiene ambiental y desinfección.

Además, prevé la obligación de capacitar a la totalidad del personal brindando recomendaciones de fácil comprensión para su incorporación en la tarea cotidiana sobre higiene personal y grupal (lavado de manos, desenvolvimiento dentro del local), uso del equipo de protección personal (indumentaria, protección facial plástica, barbijo, guantes), distancia entre los trabajadores, atención a los clientes, y medidas preventivas.

También dispone que los equipos de protección personal (EPP) -cuya provisión estará a cargo del empleador- son individuales y no deben compartirse.