Si bien los sectores anti derecho al aborto salieron a comunicar que su posición es mayoritaria en el Senado, ninguna de las dos propuestas, la media sanción que llegó de la Cámara de Diputados y su negativa, logran todavía la mayoría de firmas en las comisiones. Los legisladores que quieren incorporar cambios en el proyecto llegado de la Cámara Baja –representantes de una especie de tercera posición– están teniendo sus minutos de fama en estos días, pero el escenario se definirá este martes horas antes del plenario en el que deberán surgir los dictámenes. No debería sorprender que ninguna posición logre la mayoría (se necesita la mitad más una de las firmas de las tres comsiones que integran el plenario) y en consecuencia lleguen al recinto dos posiciones de minoría. El final quedará abierto hasta la instancia de la votación en el recinto, el 8 de agosto.

Hasta el viernes por la noche no se había presentado ningún proyecto que contemplara las modificaciones que pretenden los tres senadores de Cordoba, Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez, de Cambiemos, y el peronista Carlos Caserio. De hecho, Caserio sostuvo que en la reunión del martes intentará incorporar los cambios al dictamen del proyecto original o presentará un proyecto propio.

Si bien la media sanción puede contabilizar una o dos firmas menos que el rechazo, no sería un dato negativo contundente a la hora de hacer pronósticos con miras al miércoles 8. Es que los senadores que están a favor recuerdan la votación de la ley del matrimonio igualitario. En aquella oportunidad, el dictamen que se oponía al proyecto también había conseguido más firmas, y sin embargo, una vez llegado al recinto la ley logró la mayoría de los votos.

Aunque los senadores que pretenden cambios son sólo tres, sostienen que pueden sumar un par de firmas más a su eventual dictamen. Sin embargo, hasta el momento no hay nada concreto. Se muestran intransigentes en bajar de 14 a 12 semanas de gestación para interrumpir el embarazo y también quieren que se despenalice a los médicos que dilaten la realización de la práctica.

Desde este sector especulan con que sin ellos, la posición por el sí no es mayoritaria. Y, en cambio, si se realizan los cambios al proyecto, volvería a Diputados donde sólo hace falta mayoría simple para que se sancione. Un senador que vota por el sí, especuló que sería «el mal menor». «El proyecto sería una versión más light en comparación con el original, garantizaría la despenalización de las mujeres», sostuvo, pero ese escenario es impensado para la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que defiende a rajatabla la iniciativa llegada desde Diputados, donde ya se había establecido un delicado consenso para destrabar la votación.

Por lo pronto, desde el FpV adelantaron que sus nueve senadores sólo votarán el proyecto original. En esta posición se encuentran también varios legisladores de Argentina Federal, cuyo presidente Miguel Ángel Pichetto fue enfático y suele tener buena adhesión a la hora de sumar voluntades dentro de su espacio. Habrá que ver si Caserio prioriza el vínculo con su jefe político o con los senadores oficialistas de su terruño.

Voces en el plenario

Las exposiciones de los especialistas en el plenario de comisiones terminaron siendo un gol en contra para los sectores vinculados a la Iglesia Católica. A pesar de la insistencia de la tucumana Silvia Elías de Pérez en vincular a los expositores a favor del derecho al aborto con la ONG Planned Parenthood, que trabaja por los derechos reproductivos de las mujeres, esas versiones quedaron desmentidas. La presentación del ministro de Salud Adolfo Rubisntein desterró las excusas presupuestarias de la implementación de esta práctica médica. Y, si bien hasta el momento el argumento más fuerte con el que contaban los senadores anti derecho al aborto había sido reforzar la educación sexual, el show del médico Abel Albino en contra del preservativo no contribuyó en nada a sumar adeptos a su postura (ver aparte).

Como se dijo, desde la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito ya adelantaron el rechazo a negociar cambios y ratificaron que seguirán militando por el proyecto que tiene media sanción. Si bien todavía no tienen respuesta oficial por parte del Gobierno de la Ciudad que conduce Horacio Rodríguez Larreta para coordinar cuestiones de seguridad, apuestan a que la movilización popular convocada para el 8 frente al Congreso duplique al millón de personas que mantuvieron la vigilia cuando se logró la media sanción de Diputados.

Grieta oficialista

La crisis en Cambiemos no se cerró en la Cámara Baja y parece profundizarse en el Senado. Dos figuras oficialistas de peso dentro de la Cámara Alta, como son la presidenta del cuerpo, Gabriela Michetti y su segundo Federico Pinedo, jugaron fuerte en contra del derecho de las personas gestantes a interrumpir de manera voluntaria un embarazo. Del lado de enfrente quedó la radical mendocina Pamela Verasay, presente en todas las largas exposiciones, y el presidente del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, también radical, quien volvió esta semana a recorrer los pasillos del Senado, luego de la tragedia familiar que costó la muerte de su hijo y su exesposa. Aseguran que estará presente en la votación.

Pese a que algunos senadores parecen temerles más a las presiones de la Iglesia Católica en sus provincias que a la movilización popular en la ciudad de Buenos Aires, otros especulan con que el gobierno nacional no va a querer sumar una votación en contra de una ley que amplía derechos en un contexto de ajuste. Por lo pronto, este martes Lino Barañao, al frente de la cartera de Ciencia y Tecnología, se convertirá en el segundo ministro del Gabinete nacional en exponer a favor de la media sanción.

En términos político-partidarios, el kirchnerismo representado por el FpV en ambas cámaras está abroquelado a favor. En cambio, el peronismo de los gobernadores muestra fisuras, y varía de posición según la provincia. Cambiemos corre el riesgo de quedar identificado a la posición de Michetti y Pinedo si la votación sale negativa. El único sector no partidario que se mostraría ganador en caso de que la ley se frustre será la Iglesia Católica.«

Piden que el Estado deje de financiar a Albino

Las afirmaciones de Abel Albino, en el marco del debate por la legalización del aborto, siguen generando consecuencias. La agrupación «100% Diversidad y Derechos» lanzó una campaña de recolección de firmas para que el Estado se desvincule financieramente de la Cooperadora para la Nutrición Infantil (CONIN), fundada y dirigida por el cuestionado médico.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, informó en marzo los montos que recibe la fundación por parte del Estado: 9.520.720 pesos durante 2016 de los ministerios de Desarrollo Social y Educación, otros $ 52.656.187 en 2017 y se estiman unos 121.288.683 pesos para 2018. «Resulta escandaloso que el Estado financie organizaciones que encarnan discursos y prácticas violatorias de leyes, falsas y negligentes, tercerizando en este personaje reaccionario las líneas de acción ante problemáticas sociales que merecen la mayor rigurosidad científica», expresaron.

Sin embargo, Albino contó con el apoyo del presidente. «Trabaja para el gobierno nacional desde su fundación, creando centros de inclusión infantil. Es un batallador hace muchos años de eso. Tenemos que apostar a eso y dejar opiniones en otros campos que son opiniones de él», sostuvo Mauricio Macri, desde Sudáfrica