Trabajadores de Astilleros Río Santiago iniciaron hoy una “toma pacífica” de esa planta naviera ubicada en Ensenada en reclamo de insumos para poder trabajar y advirtieron que no abandonarán la medida hasta que el interventor, Daniel Capdevila, les dé respuestas o renuncie. 

La protesta coincide con la vuelta de Capdevila a la planta luego de diez días de ausencia. A través de un comunicado, ATE Ensenada explicó que los trabajadores resolvieron en asamblea pedir al interventor que gestione la compra de “insumos básicos para retomar la actividad productiva que, por decisión política del gobierno de María Eugenia Vidal, paralizó los trabajos en todas las obras”. En concreto piden provisión de oxígeno y gas para poder completar los trabajos que tienen pendientes y el cese de los descuentos salariales. 

El secretario General de ATE Ensenada, Francisco Banegas, explicó que Capdevila «pidió más tiempo» y que la respuesta de los 3300 trabajadores fue contundente: “Una vez que vienen al astillero, que trabajen y resuelvan con los ministros provinciales de Economía, Hernán Lacunza, y de Trabajo, Marcelo Villegas, este asunto que es prioridad para los trabajadores”.

Los trabajadores aseguraron que se trata de una «permanencia pacífica» frente al edificio de la Dirección de Astilleros y también en las afueras de la planta. Desde el gobierno provincial, en tanto, sostienen que Capdevila y el resto de las autoridades y empleados administrativos fueron tomados como “rehenes” y que no los dejan salir. Desde ATE desmintieron esta versión y aseguraron que si Capdevila no se va “es porque no quiere”.

La relación entre los trabajadores y el gobierno provincial viene tensa desde hace meses por las versiones sobre una posible privatización de la planta que el Ejecutivo desmiente sistemáticamente. A esto se sumó la denuncia ante la justicia que realizó Capdevila contra la dirigencia de ATE por presuntas irregularidades: los acusa de «fraude en perjuicio de la administración pública». Hace una semana, la justicia allanó Astilleros en el marco de esa causa. El pico de tensión llegó el 21 de agosto pasado cuando efectivos de la policía bonaerense reprimieron una protesta de Astilleros frente a la Gobernación.