«Sólo nos arrodillamos ante nuestros lectores». La frase corresponde a una campaña publicitaria de La Diaria, la empresa uruguaya que desde el cooperativismo disputa la agenda informativa del país vecino con los medios corporativos, pero condensa el lema de los 15 proyectos autogestionados de periodismo que se reunieron esta semana en Rosario para participar del II Encuentro Nacional de Diarios Recuperados. La ocasión es de por sí un motivo de festejo porque en este contexto de crisis la supervivencia ya es un éxito. Pero el desafío de quienes se han repuesto de situaciones más adversas es salir de una posición defensiva para seguir creciendo y que la información de calidad que producen llegue cada día a más gente.

Organizado por Tiempo y El Ciudadano, la actividad logró juntar por segundo año consecutivo a nueve diarios recuperados de todo el país, a los que se sumaron la cooperativa La Vaca de Buenos Aires y La Masa de Rosario. También contó con la presencia de La Diaria, de Uruguay, y Taz, de Alemania, que fueron invitados para compartir experiencias de otros países. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y el de Rosario (SPR) también fueron parte del Encuentro, un hecho clave para que desde la organización gremial se siga acompañando estos procesos que parten de una situación de mucha vulnerabilidad y poco acompañamiento estatal. Nuevamente el apoyo de la fundación alemana Friedrich Ebert permitió que este evento fuera posible.


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Las dos jornadas de trabajo tuvieron lugar en la sede Pichincha del sindicato rosarino y el evento de cierre en la Universidad Nacional de Rosario, quien además aportó profesores para una de las charlas de formación. Fernando Irigaray y Patricio Irisarri, integrantes de la Maestría en Comunicación Digital Interactiva, capacitaron en narrativas transmedia. Mientras que Sebastián Hacher, editor de Cosecha Roja, abordó la construcción del estilo desde la autogestión.

Los diarios recuperados viajaron desde Córdoba (Comercio y Justicia, La Nueva Mañana y El Diario del Centro del País), Chaco (El diario de la Región), Buenos Aires (Pulso), la Capital Federal (Tiempo y Cítrica) y Santa Fe (Firmat). Por motivos de fuerza mayor no pudieron participar esta vez La Portada de Esquel y El Independiente de La Rioja, que igual integran la Red Nacional de Diarios Recuperados.

Problemas comunes

«Estamos viviendo la dictadura del papel», denunciaron Sergio Vaudagnotto y Roberto Zayas de El Diario del Centro del País. Se referían al abuso de la posición monopólica que realiza Papel Prensa que, sólo en el último año, aumentó un 48% el precio de la tonelada de un insumo indispensable para su medio. El Grupo Clarín, principal accionista de la única productora del papel de diario, además imprime el medio que es el principal competidor en la ciudad de Villa María: La Voz del Interior. Como si fuera un mensaje macabro, al tomar el ómnibus rumbo al Encuentro en el colectivo les regalaron un ejemplar del día. Una muestra más de que la empresa hace negocio sin necesidad de vender su producto.

Pero el problema del papel era uno de los que cruzaba a casi todos los medios presentes. Otros mencionados fueron la falta de políticas públicas que atiendan las necesidades de las empresas autogestionadas, la distorsiva aplicación del IVA (que transforma a los medios cooperativos en acreedores del Estado al obligarlos a facturar con un 2,5% pero pagar insumos con un 21%) o la injusta distribución de la pauta oficial atendiendo a un sistema de premios y castigos antes que seguir criterios vinculados a la pluralidad para llegar a todas las audiencias tal como debe ser para una comunicación de actos de gobierno. Todos estos planteos luego fueron recogidos en una declaración conjunta que será entregada a los candidatos presidenciales de las próximas elecciones (ver página 4).

La falta de comprensión de las necesidades de las cooperativas se reflejó en la situación de los trabajadores de Pulso, medio conformado por los extrabajadores del diario Hoy y la radio Red 92 de La Plata. Ellos, que forman el medio más joven de esta red, contaron al principio del Encuentro que a pesar de tener ya dos años de existencia y haber presentado papeles en tiempo y forma, aún aguardaban la aprobación definitiva por parte del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Sin ese detalle formal no están en condiciones de abrir una cuenta bancaria o facturar, lo que vuelve a todo proyecto inviable. Casi sobre el cierre de la actividad, sin embargo, llegó la grata noticia de que el último papel había sido firmado por el directorio y, por tanto, ya contaban con matrícula. Un hecho que emocionó a todos los participantes.

Distintas estrategias,los mismos caminos

Desde Córdoba también se sumó Comercio y Justicia, creado el 2 de octubre de 1939 y recuperado por los trabajadores en 2002. Este medio se especializa en información judicial y económica, y una de sus principales estrategias de financiación son las alianzas con otros medios y los cursos de capacitación. La Nueva Mañana, fundado en 1997 y recuperado en 2017, llegó desde la misma ciudad pero forma parte de la nueva camada. Cuenta con 18 socios y socias, y edita una edición en papel los lunes mientras que el resto de la semana acompaña desde la web.

Las dos integrantes del Diario de la Región de Chaco, fundado en 1990 y actualmente con 34 socios, contaron a su turno el proceso por el que lograron que las cuestiones de género crucen toda la cobertura de la publicación. El tema siguió presente a lo largo de los dos días y la visita a la redacción de El Ciudadano sirvió para conocer la estrategia del medio anfitrión. En su oficina un pizarrón con los nombres de todos y todas las periodistas llamaba la atención por las cruces acumuladas a su lado. Se trataba de un marcador de términos machistas, al llegar a un determinado número el responsable debía cumplir una prenda gastronómica. De esa manera resaltaban la situación al interior del diario de una manera lúdica y efectiva.

El cierre fue con foto colectiva y brindis, sonrisas y promesas de nuevo encuentro el año que viene. Resistieron vaciamientos y crecieron en contextos muy difíciles. Se apoyaron en experiencias previas y desarrollaron caminos nuevos. Se juntaron para intercambiar y crecer porque el cooperativismo les enseñó que la salida es con todos y todas. Y el futuro del periodismo, autogestionado. «



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(Foto: Diego Feld)


La Diaria o cómo pelear el discurso

«No tenemos grandes recursos ni casa propia ni imprenta, pero tenemos ganas de hacer”, resume Amanda Muñoz, editora de La Diaria, medio uruguayo que irrumpió en Montevideo en 2006 con su modelo cooperativo basado en los lectores y con un sistema de distribución propio. “La Diaria surgió por una combinación de necesidades: de tener otro discurso, otro espacio donde escribir y otro mensaje para los lectores”, cuenta Amanda durante.
Sus suscriptores y la decisión de no salir a los kioscos de diarios son el eje de su modelo de negocios, ya que no pueden depender de la publicidad. “Los suscriptores son el 81% de los ingresos y permite tener cierta retaguardia en este momento en que las marcas cada vez menos pautan en los medios”, señala Amanda.


Taz, el medio nacido y criado por los lectores

«Para nosotros es una ventaja no haber tenido publicidad, porque ahora todos los medios se enfocan en sus lectores y nosotros lo hacemos hace 40 años”, cuenta Bernd Pickert, editor en la sección internacional del diario cooperativo alemán TAZ.
En su casi perfecto español aprendido en la Nicaragua de los ’80, Bernd explicó el exitoso modelo que le permite ocupar un lugar importante entre los medios alemanes. “La autogestión es súper importante porque verdaderamente no tenemos que responder a ningún interés externo”, destaca y agrega, con ironía: “No buscamos no tener anuncios pero si un medio arranca con el lema “Un diario radical de la izquierda todos los días”, no hay tantas empresas que quieran poner publicidades ahí”.
El diario con sede en Berlín nació en 1979. Fue el resultado del debate de los nuevos movimientos sociales y políticos de aquel momento, ambientalistas y feministas, que no se sentían representados en ninguno de los partidos políticos. De esas discusiones surgió la necesidad de tener un medio nacional para discutir los temas que interesaban a ese movimiento.
Allí mismo nació el modelo de suscripciones que lo identifica. “Pensamos que podía haber gente que pagara por adelantado a un medio que aún no existía para poder arrancar y eso funcionó”, reconstruye. Hoy se sostiene con los 60 mil suscriptores del papel. En sus 40 años de existencia, TAZ tuvo muchos problemas económicos pero siempre estuvieron los lectores para salvarlos.