Un conocido caricaturista canadiense fue despedido por Brunswick News, la empresa que edita los diarios más importantes de la provincia de New Brunswick, Canadá, luego de que este publicara en su propia cuenta en la red social Twitter una dura viñeta protagonizada Donald Trump. En ella se ve al presidente estadounidense junto a un carrito de golf y vestido con la indumentaria clásica de ese deporte, parado junto a los cuerpos de Óscar y Valeria Martínez, el padre y la niña de origen salvadoreños que hace una semana perdieron la vida al intentar ingresar ilegalmente a los Estados Unidos nadando a través del Río Bravo. La ilustración se completa con un cuadro de diálogo en el que el mandatario les pregunta a los cadáveres: “¿Les molesta si sigo jugando?”

El autor de la pieza es el artista y humorista gráfico Michael de Adder, quien mantenía un vínculo laboral de más de 17 años con la empresa que edita diarios como The Daily Gleaner, Times & Transcript o Telegraph Journal. La imagen fue publicada por de Adder en Twitter el miércoles 26 de junio y desde entonces ha sido compartida casi diez mil veces, generando tres mil comentarios y recibiendo la aprobación de casi 18 mil usuarios de esa red social. Dos días después, el viernes pasado, de Adder recibió un aviso de Brunswick News: a partir de la fecha la empresa suspendía el vínculo laboral con su colaborador. El propio artista también compartió la noticia a través de Twitter.

La fotografía de los cuerpos ahogados de Óscar y Valeria Martínez todavía semi sumrgidos boca abajo cerca de una de las orillas del Río Bravo había vuelto a llamar la atención de todo el mundo sobre el acuciante problema de las migraciones. El terrible efecto de la imagen de ese padre y esa hija muertos y abrazados fue similar a lo que algunos años antes había provocado otra fotografía: la del niño sirio Aylan Kurdi, de tres años, muerto sobre la playa de la isla griega de Kos. Oscar y Valeria consiguieron unificar a través del horror los delicados problemas migratorios que tienen lugar en Europa y en América del Norte. Lo único que hizo de Adder a través de su trabajo fue llamar la atención al estrecho vínculo que existe entre esos fenómenos y el rol que los responsables políticos (en este caso Trump) tienen dentro de esa compleja trama.

Aunque el propio caricaturista publicó los pormenores de su despido desde su tribuna en Twitter. Ahí  reconoció que si bien no existía relación de dependencia entre él y Brunswick News, ya que técnicamente “estaba bajo contrato y no era empleado”, la decisión lo había “lastimado bastante”. Pero también comentó que desde hacía bastante sus editores rechazaban cualquier trabajo que incluyera de manera crítica a la figura del presidente estadounidense y que por eso desde hacía un tiempo había dejado de proponerle a la empresa ese tipo de material, justamente por miedo a represalias laborales. Sin embargo siguió produciendo caricaturas de Trump que, igual que la que dio origen a su despido, difundía a través de las redes.

La empresa por su parte debió salir a aclarar la situación: sus voceros dijeron que la decisión de no renovar el vínculo con de Adder era anterior a la publicación de la mentada viñeta. Y desmintieron haber rechazado otros trabajos que ironizaran sobre la figura de Trump, ya que en realidad el trabajo de de Adder se limitaba exclusivamente al ámbito de la política doméstica de Canadá. No debe dejar de mencionarse que Brunswick News es propiedad de la familia Irving, una de las ocho fortunas más grandes de su país. Es por eso que en un comunicado de apoyo a su colega, la Asociación de caricaturistas de Canadá, se atrevió a sugerir que la decisión del grupo mediático se explica directamente a través de “los intereses comerciales que la empresa tienen del otro lado de la frontera”.