Dentro del bloque Argentina Federal, que conduce Miguel Pichetto, se abrió una breve grieta. Algunos de los senadores se desgajaron de la estrategia de su conductor y votaron junto al FpV el pedido de Cristina Fernández para que se tomaran recaudos a la hora de los allanamientos. Sin embargo, la partición no fue motivada por la desconfianza en el juez Claudio Bonadio, sino que tuvo raíces electorales que trazaron una línea divisoria indeleble en el peronismo.

La expulsión del abogado defensor Carlos Beraldi del departamento de Fernández de Kirchner por orden del magistrado hizo que crecieran los reproches a los senadores que consideraron «excesivos» los requerimientos de la expresidenta. «Pensé que iba a tener más cordura, el circo nunca da resultado», se lamentó un miembro del Bloque Justicialista, que integra Argentina Federal. «Ya se sabe que no van a encontrar nada, ¿para qué estuvieron diez horas?», comentó. Sin embargo, la mayoría de su espacio votó en contra de los pedidos de la expresidenta, inclusive de que hubiera senadores presentes durante el allanamiento.

Desde el oficialismo, fue el radical Ángel Rozas quien argumentó que la presencia de un abogado durante el procedimiento estaba garantizada «como con cualquier ciudadano común».

La votación del miércoles en el recinto sirvió de escenario para que los máximos dirigentes de cada espacio del peronismo, la propia expresidenta y el jefe del bloque Argentina Federal, Miguel Pichetto, se desafiaran electoralmente en sus discursos. Sin embargo, a la hora de la segunda votación que estableció la metodología del allanamiento, el espacio del peronismo de los gobernadores votó dividido. Otra vez.

Los senadores del PJ que votaron junto al FpV fueron el chaqueño Eduardo Aguilar, la sanjuanina Cristina del Carmen López Valverde, los fueguinos Julio César Catalán Magni y José Ojeda, el santafesino Omar Perotti, el chubutense Mario Pais, la catamarqueña Inés Blas, el tucumano José Alperovich. También se sumó por su partido, el puntano Adolfo Rodríguez Saá. Por fuera del peronismo, lo hicieron Feranando «Pino» Solanas y Magdalena Odarda.

«Dentro del peronismo federal no hay unanimidad. Hay gente cercana al kirchnerismo y otros miran sólo a sus provincias y priorizan una lógica electoral. Si quisiéramos ser un bloque duro seríamos nueve o diez, como es el FpV», razonó el dirigente para explicar que en las dos últimas votaciones –aborto y allanamientos– su bloque votó dividido. «En estos debates es difícil ponerse de acuerdo, en otras ocasiones, es más fácil», relativizó. «Cuando votamos juntos contra el tarifazo, nosotros criticamos al gobierno de Macri y ella aprovechó para hablar bien de su gobierno. Y ahí nos enfrentamos», evaluó el dirigente.

Es que dentro del bloque de Pichetto están quienes coinciden en que no compartirán un espacio junto a la expresidenta bajo ninguna circunstancia. Lo acompañan Rodolfo Urtubey y su primo Dalmacio Mera. También Carlos «Camau» Espínola de Corrientes, aunque en esta votación estuvo ausente. El candidato que podría capitalizar esa construcción es el gobernador Juan Manuel Urtubey.

Pero el resto del espacio está condicionado por la interna del peronismo en cada provincia. En Tierra del Fuego gobierna Roxana Bertone, cercana a Urtubey, pero sus senadores votaron junto al FpV. En Entre Ríos, si bien Gustavo Bordet se muestra con el gobernador salteño, no puede desprenderse del apoyo del exgobernador kirchnerista Sergio Urribarri. Lo mismo pasa en Chaco con el mandatario Domingo Peppo y el intendente Jorge Capitanich.

Habrá que ver si la interna del peronismo seguirá cruzando las futuras votaciones en la Cámara Alta. «